Las inéditas protestas en Cuba del 11J, extendidas durante dos días, constituyeron una manifestación nacional capaz de expresar dramáticamente la hondura de la crisis que atraviesa la nación. Estas fueron pacíficas, si bien expresaban furor; aunque no faltaron hechos vandálicos -que fueron minoritarios-, a pesar de que el oficialismo pretende sugerir lo contrario.
La respuesta gubernamental de apelar al “combate entre revolucionarios y mercenarios”, con la represión que sobrevino, fue un craso error del poder que convirtió una manifestación nacional cívica en un estallido social y además provocó que una manifestación iniciada con hálito de furor culminará asentando en el país un espíritu de odio.
El Centro de Estudios sobre el Estado de Derecho y Políticas Públicas Cuba Próxima publicó muchos textos al respecto de los cuales compila trece en este cuaderno. Inicia con dos trabajos al cumplirse el primer aniversario del suceso y continúa con otros once escritos al calor de los acontecimientos.