La Patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos. José Martí

La Patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos. José Martí


Debemos devolver la República a la gestión plural de los ciudadanos

03 Sep 2023
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Imagen © Noticias Cuba

I

«En Cuba urge una solución», fue el título del editorial del Centro de Estudios Cuba Próxima, de julio de 2022, en relación con la actual crisis cubana, quizá la más riesgosa de la historia.

El editorial sostiene que Cuba está agotada y ello demanda detener la crisis a toda costa y revertir el derroche de odio pre político que actualmente destroza la nación e impide la existencia de una República que funcione como tal. También asegura que no habrá solución sin desarrollo de los Derechos Humanos, ni con ausencia de distensión y concertación cívicas.

Solicita acciones urgentes hacia un Estado de Derecho, democrático y plural, con gobernanza eficaz y bienestar; organizar un frente de concertación capaz de dirimir democráticamente los desacuerdos y devolver la República a la gestión plural de los ciudadanos; negociaciones entre exponentes ciudadanos y el Gobierno acerca de la libertad y los Derechos Humanos, la democracia y el imperio de la ley, el bienestar y la paz; y apoyo de las democracias del mundo (Cuba Próxima, 07, 2022).

Este editorial es parte de las expresiones nacionales recientes de protesta y preocupación. Esbozo dos ejemplos.

Las protestas del 11J constituyeron una expresión nacional por el número de ciudadanos y su diversa composición, la cantidad de ciudades y pueblos donde ocurrieron, y la amplitud de las causas y el horizonte de los reclamos.  Las manifestaciones fueron pacíficas, si bien expresaban furor, lo cual puede formar parte de estos acontecimientos. Sin embargo, no faltaron hechos vandálicos, que fueron actos minoritarios, aunque el oficialismo sugiera lo contrario. 

El enfrentamiento con policías y la embestida a vehículos del orden fueron provocados por el tipo de represión de las fuerzas policiales, que respondía al mandato gubernamental de enfrentar «revolucionarios» y «mercenarios» a modo de combate. Esto convirtió una manifestación cívica en un estallido social, y provocó que una manifestación iniciada con hálito de furor culminará asentando un espíritu de odio

También se ha expresado la ciudadanía en contra de la legitimidad del Gobierno a través del comportamiento electoral. Históricamente la inmensa mayoría ha votado a favor de la voluntad del PCC; por ejemplo, en el referendo sobre la Constitución de 1976, casi un 98% votó a favor. En las elecciones parlamentarias de 2008, solo el 3% de los votantes se abstuvieron. En 2018, ese porcentaje subió a casi 15%, y en las elecciones municipales de noviembre de 2022 a 31%, más 11% de votos blancos y anulados. Cuando la nueva Constitución fue sometida a referendo en 2019, la cifra comparativa fue de 22%, sumando 10% de abstención, 8% por el No, y 4% de votos blancos y anulados. En septiembre de 2022, si bien el nuevo Código de las Familias fue aprobado en otro referendo por un 67% de votos positivos, sumando el 33% de votos en contra con la abstención del 26% más los votos nulos o anulados, la ley fue aprobada sólo por el 46,70% de la población con derecho al voto (Bye, Vegard, 12, 2022). 

Con esta experiencia, luego en las «votaciones generales» del 26 de marzo de 2023, el poder quiso asegurar -a toda costa- un resultado que no evidenciara una deslegitimación insostenible. Para ello, gestionó una campaña por el voto unido, no selectivo, que confirmara a los diputados previamente designados y apoyara al actual sistema político. Acosó a los activistas que realizaron convocatorias a la abstención, como forma legítima de oponerse. Utilizó los centros de trabajo para forzar a compromisos de votación. Sugirió a miembros de familias que votaran en representación de los que no se habían presentado a los colegios electorales. Trasladó urnas a casas de personas sin enfermedades ni limitaciones físicas para que ejercieran el voto de cualquier manera. Reprimió a ciudadanos que se disponían a realizar observación independiente en colegios electorales. Mantuvo excluidos del derecho al voto a los cubanos radicados en el extranjero.

Dada la ausencia de mecanismos de control independientes, no será posible verificar si el PCC pudo o no haber manejado arbitrariamente a su favor los datos del Consejo Electoral Nacional (CEN), institución que controla. Sin embargo, de acuerdo con las cifras de este CNE la cantidad de electores que participaron fue de un 75,84 %. Un 31,56 % expresó un voto en contra por medio de boletas en blanco y anuladas. Un 19,1 % del padrón electoral reafirmó los nominados de manera selectiva, abandonando con ello el voto unido convocado por el PCC. Sólo un 49,36 % del padrón ejerció el voto unido. En total, el 50,64 % del padrón electoral no ejerció el voto unido reclamado por el PCC.

Resulta evidente que el sistema sociopolítico imperante excluye a un por ciento significativo de cubanos de la representación política en instituciones de autoridad y partidistas (Cuba Próxima, 04, 2023).

II

El 1 de enero de 1959, para la mayoría social era necesario rehacer la República. Pero lograrlo de manera rápida, amplia, radical e irreversible convertía a la Revolución en un acto políticamente inverosímil. Ello trajo como consecuencia que, a pesar de los logros, no fuera posible un modelo que trascendiera significativas condicionantes que se arrastraban ni las incorporadas por el nuevo proceso.

Desde entonces se instalaron los cimientos de la actual crisis. Ello, en buena medida, no fue producto directo de las políticas de confrontación que desde entonces gestionan poderes estadounidenses, sino de los déficits del sistema sociopolítico, si bien lo anterior afecta de modo significativo. Los orígenes de esta crisis se remontan a la década del 60 del siglo XX con la estatización económica, la eliminación de la propiedad privada, el desmontaje de la institucionalidad existente, la desaparición del ciudadano y la pérdida de las libertades (Castellanos, Dimas, 05, 2023).

Sin embargo, cabe destacar que por décadas fue posible sostener bienestar en asuntos primordiales y en otros mantener la esperanza de conseguirlo. Si bien ello no era suficiente, el efecto de las carencias era atenuado por la capacidad discursiva y de maniobra de la élite de poder, también hábil para lo que muchos denominaron «administrar la pobreza».  Mas ya no existe tal élite de poder. La crisis económica es grave e igual de aguda es la crisis de legitimidad política del Gobierno.

La actual crisis cubana es absoluta, con un modelo político colapsado que se devora a sí mismo. No existe estructura económica, ni recursos para adquirir tecnología y desarrollar la infraestructura, ni suficiente mano de obra calificada porque ella emigra masivamente. En el país suelen quedar ancianos pobres y solos, grandes sectores que durante tiempo han sufrido abandono escolar, y una enorme deuda de pobreza, en muchos casos extrema (López, Alina B. 05, 2023).

Resulta general la noción de hecatombe endémica. El Gobierno hace como quién no lo comprende y sostiene, lo más férreamente posible, la ausencia de oportunidades que pudieran facilitar soluciones. Si bien a estas alturas la generalidad de los mecanismos para sujetar la autonomía ciudadana ya no le ofrece los provechos de otrora, sino por el contrario.

El poder tiene conciencia de la grave crisis, pero también de la debilidad que ella le impone. Por eso, ha decidido que primero debe alcanzar seguridades y claridades compartidas, para luego permitir un liderazgo, iniciativas gubernamentales novedosas y decisiones políticas trascendentes (Veiga, Roberto, 06, 2023). Es altamente riesgosa esta incapacidad suya para diseñar políticas de cambios y a la vez detener, reprimir y desarticular las propuestas maduras que provienen de sectores de la sociedad civil. De este modo, el propio poder empeora el escenario.  

Hará falta que personas y ámbitos de la oficialidad, con peso político real, aseguren el primer paso para esa ruta necesaria (Escobar, Reinaldo, 10, 2022).

III

Para lograr una salida pacífica de esta crisis, Vegard Bye -noruego estudioso de Cuba- propone dos diálogos paralelos. Un diálogo entre el Gobierno cubano, la sociedad civil y los grupos políticos nacionales; y un diálogo entre el Gobierno cubano, la sociedad civil y los grupos políticos nacionales con la administración estadounidense (Bye, Vegard,12, 2022).

Sería una ruta cierta, pero escasamente probable. La complejidad política actual hace difícil una apertura efectiva de Estados Unidos hacia el Gobierno de Cuba sin que éste inicie previamente una apertura hacia la sociedad cubana transnacional; a la vez será difícil cualquier apertura del Gobierno de la Isla —si tuviera disposición, algo que no parece— sin una previa distención entre ambos Estados.

No obstante, a Estados Unidos —el sujeto con mayor fuerza en el conflicto— debería interesarle establecer interlocución institucional con los actores cubanos de la sociedad civil transnacional dispuestos a una solución, pues Cuba es sobre todo los cubanos y no exclusiva el Gobierno; y no a modo de charla o mero estudio, sino para la ejecución de soluciones concretas.

Podemos identificar esta zona ciudadana en desempeños maduros que, además de la denuncia, impulsan soluciones. Por ejemplo, el Centro de Estudios Convivencia, el Centro de Estudios sobre el Estado de Derecho y Políticas Públicas Cuba Próxima, la Concertación Democrática D Frente, el Cuba Study Group y el Instituto de Artivismo Hannah Arendt.

También resulta poco probable un diálogo entre el Gobierno cubano, la sociedad civil y los grupos políticos nacionales, porque para el poder ello sería innecesario, pues estos carecen de peso político específico, lo cual implica la capacidad de aportar o atraer recursos económicos, políticos o de fuerza. Si bien al Gobierno le fuera conveniente tal diálogo en cuanto legitimidad política y oportunidad nacional, pero sólo si tuviera disposición de cambio y considerara que estos interlocutores adversos poseen capacidad de operacionalidad política. A la vez estos últimos desconfían de cualquier diálogo con el poder, pues conocen que pudieran resultar burdamente manipulados.

Debemos reconocer el desarrollo de activismos sociales y la capacidad creciente de rechazar las injusticias del poder. Pero los actores no oficiales carecen de organización, de programas o ideologías claras que, en algunos casos, están reducidas a eslóganes sin gran incidencia social. No hay grupos políticos con suficiente membresía ni instituciones encargadas de generar conocimiento y asesoría para esos grupos ni medios de prensa o editoriales en conexión con la generalidad de sus lectores naturales.

No obstante, cabe destacar, que, en un escenario con libertades aseguradas, algunos de los actores no oficiales podrían emerger con capacidad de influir en la vida pública del país. Igualmente, es probable que lo haga la «sociedad civil oficial», por ejemplo, asociaciones científicas que critican proyectos turísticos que destruyen la naturaleza, así como centros académicos que abogan por una economía eficiente, por la igualdad de género y por la igualdad racial.  

La Concertación Democrática D Frente surgió el 7 de septiembre de 2022 para ejercer operacionalidad política. Ocurre por la necesidad de concertar organizaciones, proyectos y ciudadanos del exilio y del archipiélago que han compartido de forma independiente visiones, perspectivas y estrategias de acción a favor de los Derechos Humanos, la libertad, el pluralismo político, la convivencia pacífica y la concordia —bajo la máxima martiana de «con todos y para el bien de todos»—. Para ello, busca trascender el estado actual a través de cambios progresivos e institucionalizados, por medio de espacios constitucionales, legales y jurídicos que avancen acciones legitimas y sostenibles, capaces de privilegiar la participación ciudadana.

Está integrada por miembros directos y organizaciones (la Asociación Francia por la Democracia en Cuba, la Asociación de Madres y Familiares de Presos por la Amnistía, el Centro de Estudios Cuba Próxima, la Coalición Feminista, el Consejo para la Transición Democrática en Cuba que está integrado por diversas agrupaciones, el Movimiento San Isidro y la Red Femenina de Cuba). Sus integrantes, individuales y organizacionales, poseen experiencia y reconocimiento y expresan la coincidencia entre varias tradiciones de la oposición cubana. 

D Frente posee una alentadora potencialidad, que son sus integrantes, sus actuales conductores, que se renuevan cada año a través de elecciones libres y directas de la membresía. Resulta una admirable convivencia plural de valores, compromiso, realismo, ausencia de odio y revanchismo, racionalidad política, inclusión, democracia. Mas si parafraseamos al filósofo español Ortega y Gasset, y sustentamos que D Frente es él y sus circunstancias, entonces quedará esperar por las circunstancias (Veiga, Roberto, 06, 2023).

Se hace imprescindible un primer paso sin más demora, por una de las partes -preferiblemente del Gobierno cubano-, pero ello no acontece. El poder necesita los cambios, pero no los desea, y la sociedad civil necesita y desea los cambios, pero no los puede. Según monseñor Carlos Manuel de Céspedes, en conferencia del 10 de octubre de 1994, sólo los cubanos de cultura, estadistas y políticos, cultivadores del afinado arte del equilibrio, convencidos de la identidad de nuestra nación y de sus posibilidades de futuridad realista, podrán retomar el camino. Si fuera así, a estos cubanos, la nación los reclama con urgencia.

Bibliografía

  1. Editorial. (07, 2022). En Cuba urge una solución. Cuba Próxima
  2. Escobar, Reinaldo. (10, 2022). Los individuos desde el poder deben asegurar el primer paso para el cambio. Cuba Próxima
  3. Bye, Vegard. (12, 2022)¿Hay soluciones pacíficas a la crisis cubana? Azulypunto
  4. Cuba Próxima. (04, 2023) La pluralidad política se expresó en las urnas, a pesar de todo. Declaración. https://cubaproxima.org/la-pluralidad-politica-se-expreso-en-las-urnas-a-pesar-de-todo/ Cuba Próxima
  5. Castellanos, Dimas (05, 2023) La agudización del fracaso y el renacimiento de conductas ciudadanas. Cuba Próxima
  6. López, Alina B. (05, 2023). Estamos ante una crisis definitiva, que debe llevar a un cambio de modelo. Cuba Próxima
  7. Veiga, Roberto. (06, 2023) Cuba parece detenida en un limbo político. El Toque

SOBRE LOS AUTORES

( 95 Artículos publicados )

Director de Cuba Próxima. Jurista y politólogo. Miembro del Diálogo Interamericano. Editor de la revista católica Espacio Laical (2005-2014) y director del Laboratorio de Ideas Cuba Posible (2014-2019).

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