Cuba Próxima convocó a importantes actores ciudadanos para ofrecer opiniones sobre las libertades que demanda la nación y la República, las condiciones para un arreglo político nacional, las necesidades de un nuevo texto constitucional, los actuales actores políticos de la nación y las normas legales necesarias para el acceso de la sociedad a las instituciones del Estado.

Responde Marta María Ramírez, periodista, comunicadora, activista feminista autónoma y madre por Nina.

1- ¿Qué libertades deberían ejercerse en Cuba para hacer posible el cambio sociopolítico que demanda la nación y la Republica?

Tenemos que empezar por las más básicas: libertad de expresión y sus asociadas libertad de prensa, de creación, de asociación, reunión, religiosas o de credos, libertad de manifestarse pacíficamente; las libertades de lxscuerpxs, que van desde matrimonio igualitario hasta la libre orientación sexual e identidad de género, la libertades de las mujeres no solo a decidir sobre sus cuerpas (derecho en riesgo hoy), sino a elegir partos dignos, vivir libres de violencia machista, también del Estado; las raciales o identitarias en su reconocimiento no solo a las personas afrodescendientes, negras, también a las poblaciones originarias, las libertades de las infancias por autonomía progresiva que incluya la escuela sin adoctrinamientos de ninguna índole, la libertad de información, con transparencia incluida, con acceso a investigaciones científicas de rigor sin sesgos machistas, políticos; la libertad de movimiento interno y de diáspora, la de las fuerzas productivas, la de los obrerxs, campesinxs, cuidadorxs (casi siempre mujeres y personas LGBTIQ+). He tratado de listar todas las que veo violadas en la vida cotidiana cubana. A algunas de esas libertades les temo, por el avance fuerte de movimientos conservadores. Pero no hay de otra: tienen que ser respetadas por existir.

2- ¿Cuáles deberían ser los tópicos de una presunta negociación entre actores ciudadanos plurales y del poder? ¿Qué condiciones podrían facilitarlo?

En las condiciones actuales, solo el poder podrá convocar esa negociación. Es el único escenario posible que veo, y no próximo. Quizá dependa de la muerte, por vejez, de la gerontocracia en el poder. Podrían agilizarlas las acciones que como sociedad civil se den: desde las protestas ciudadanas, como el 11J, hasta acciones de política internacional. Ya hemos visto que este poder traiciona el diálogo y la ingenuidad política de lxs agentes de la sociedad civil ante un aparato entrenado para sostener el poder hasta las últimas consecuencias: el 27N fue un ejemplo claro. Desde esa noche hasta el exilio de algunas de sus figuras más fuertes. Yo creo que habría que empezar por un indulto, una amnistía para lxs prisionerxs políticxs, la posibilidad de participar de figuras del exilio, y una tregua real para que lxs agentes negociadorxs no oficialistas puedan trabajar. No veo esto sin la intervención de observadores y facilitadorxs de otrxs lugares del mundo, quizá no estadounidenses. Habrá también que dejar los egos a un lado. Y elegir bien quiénes de nuestra parte se sentarán a esa mesa. Se debía pensar en otros puntos concretos. Por ejemplo, el 27N se pidió libertad de expresión, de creación, así sin más. Es una entelequia. El poder representado por un viceministro dijo que sí a puertas cerradas y al día siguiente dijo que había dicho que no, cuando no reconoció como legítimxs a sus interlocutorxs.

3- Acaso la actual Constitución de la República dificulta el establecimiento de un Estado de Derecho. ¿Reforma constitucional o constituyente por una nueva Carta Magna?

Sí. Tiene demasiadas condicionantes que restringen las libertades a la ideología socialista, que solo existe en ese documento. En la cotidianidad, lxs cubanxs vivimos un capitalismo monopolista de Estado de corte totalitario y una diversidad de voces políticas, unas que quieren el poder y otras que queremos entrar nuestras agendas en la vida real de Cuba. Así que Constituyente por nueva Constitución. Y a pelear otra vez.

4- ¿Cuáles son los actores políticos cubanos plurales con peso específico que usted identifica con capacidad para establecer un proceso de cambio sociopolítico?

No puedo decir con nombres y apellidos. Pero no pueden faltar actores que representan a la mayoría de Cuba: negrxs, LGBTIQ+, mujeres, de provincias, del campesinadx, obrerxs, de barrios precarizados; pobres casi en su totalidad. También actorxs del exilio y jóvenes. Todxs aún poco o mal representadxs incluso por la prensa, la cinematografía y todo el arte independiente.