Cuba necesita esa apertura hacia el pluripartidismo
Respuestas de Frisia Batista al dossier de Cuba Próxima titulado «Hará falta construir un puente hacia la libertad», coordinado por Lennier López, donde también participan Alberto Guadalupe, Elena Larrinaga, Michel Fernández, Ileana de La Guardia, Manuel Cuesta Morúa y Diana Mendiluza.
1- La estrategia Shanti impulsa una agenda que pretende solucionar, de manera pacífica, los obstáculos que actualmente dificultan la convivencia cubana y la posibilidad de una sociedad y un Estado democráticos. Lo sostiene en la necesidad de revertir la violencia social e institucional, incluso cultural, por medio de un “ciudadanía cívica” en pro de la “paz necesaria”. Esto, de acuerdo con un criterio legítimo de soberanía que refrenda el ejercicio irrestricto de todos los derechos de la dignidad humana en todo el territorio del país por todos los cubanos. ¿Qué opina usted?
La estrategia Shanti impulsada por 19 organizaciones de la sociedad civil independiente de Cuba, intenta trazar un camino para responder a la creciente violencia orgánica que se manifiesta en la sociedad cubana actual, tanto social como institucional. Ante la crisis de la democracia que enfrenta Cuba, después de 64 años de totalitarismo impuesto por el Estado, la sociedad cubana necesita encontrar la paz, para reconstruir un país sobre la base del respeto a los derechos y las libertades humanas; donde prime el respeto por el prójimo y el trabajo en función del bien de las colectividades y se puedan solucionar los problemas económicos, sociales, a través de la formación de un Estado de derechos.
2- Un nuevo texto constitucional democrático suprimiría el contenido del actual artículo 5, e incorporaría el pluralismo político como derecho. Sin embargo, ello sólo podría resultar de un proceso constituyente con participación de todos los sectores socioeconómicos y las distintas posiciones políticas y corrientes de pensamiento, incluida la diáspora, a través de dinámicas libres, plurales y democráticas, de genuino diálogo y concertación. Lo cual será imposible sin el inicio previo de una ruta democratizadora que facilite el ascenso de estos sectores social, económicos y político. Para ello, algunos sugieren comenzar por la modificación de ese quinto artículo de la presente Carta Magna, que quizá podría quedar de este modo: “la ciudadanía, en el ejercicio de la soberanía popular, puede organizarse políticamente, según preferencias, para trabajar por los fines establecidos en esta Constitución”. ¿Qué sugiere usted?
Considero que, en las condiciones actuales, como está configurado el sistema electoral cubano y la Constitución, no es posible la supresión o eliminación del artículo 5. A mi juicio la ruta sería el cambio de gobierno, a través de una transición pacífica y, solo posteriormente, podríamos comenzar un proceso de democratización a través de la consulta popular y donde todos los partidos políticos propongan su proyecto de país, en consonancia con los Derechos Humanos universales.
Este cambio en la Constitución permitiría a los cubanos organizarse políticamente, según sus preferencias, en una sociedad donde fluctúan diferentes corrientes de pensamiento. La consulta popular, es un ejercicio que debe ser transparente, inclusivo, participativo de todos los sectores y conducir a resultados que reflejen la voluntad popular de los que están en la isla y en el exilio.
3- ¿Sería posible algo así? ¿Qué sectores y actores significativos podrían proponérselo y cómo avanzar en ello? ¿Y el oficialismo actual?
El oficialismo actual no da señales de querer entablar diálogo alguno con la sociedad civil independiente. Considero que lo principal es el cambio político de gobierno para luego comenzar a construir Cuba sobre las bases de la democracia y el respeto a los Derechos Humanos.
4- El artículo 3 de la Constitución de la República de Cuba establece que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado. Sin embargo, el artículo 5 impone al PCC como fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado. En tal sentido, según este esbozo el poder descansa en la ciudadanía, pero el PCC está por encima de ella. Es decir, estamos ante un galimatías siniestro. ¿Quizá debemos restablecer la igualdad política, los derechos y el pluralismo políticos? ¿Qué más puede hacer la sociedad civil cubana que no haya hecho ya y en que estrategias debe seguir insistiendo?
La sociedad civil cubana debe centrarse, a mi juicio, en exigirle al gobierno un proceso eleccionario justo, abierto y democrático, totalmente diferente a como está configurado en la actualidad. La sociedad civil cubana es muy plural, y el Partido Comunista de Cuba, no representa al pueblo, ni responde a los intereses de la mayoría del pueblo cubano. Cuba necesita esa apertura hacia el pluripartidismo. Creo que se debe también fortalecer la educación cívica del pueblo cubano, para que tenga los argumentos y el conocimiento para establecer un diálogo coherente entre los actores sociales y políticos para lograr el cambio tan anhelado.
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