El gobierno cubano no tiene interés en negociar una salida pactada a la crisis estructural que afecta al país. De tal forma, las propuestas, como dije antes, son necesarias, oportunas y deben integrar una estrategia para salir de la grave situación que padece Cuba, pero son muy poco viables en la actualidad.
Me parece que las propuestas del documento Para instaurar en Cuba el imperio de la ley, el bienestar y la concordia son muy necesarias, oportunas y es posible que formen parte de una agenda política más amplia, centrada en la democratización del régimen político cubano. En este sentido, me parece necesario incluir propuestas sobre otras temáticas, como la depuración de la élite política del Partido Comunista de Cuba y la lustración de funcionarios públicos vinculados con hechos represivos. Esos deben ser puntos medulares de una agenda de negociación política. Además, es necesario precisar a qué se refiere el punto referido a la creación de condiciones sociales, económicas y políticas que aporten a la estabilidad y el desarrollo.
Es decir, creo que es importante definir un plan o cronograma de trabajo que permita, al menos, establecer las bases mínimas para lograr las condiciones sociales, económicas y políticas para el desarrollo y la estabilidad de Cuba. Sobre todo, es necesario considerar el horizonte temporal que se traza en el documento, que es de apenas tres años. Sobre la viabilidad de estas propuestas creo que realmente no lo son en las circunstancias actuales.
El gobierno cubano no tiene interés en negociar una salida pactada a la crisis estructural que afecta al país. De tal forma, las propuestas, como dije antes, son necesarias, oportunas y deben integrar una estrategia para salir de la grave situación que padece Cuba, pero son muy poco viables en la actualidad. Mientras las autoridades cubanas puedan administrar la situación del país, por mala que esta sea, y aunque su control se base esencialmente en la represión, no negociarán con sectores de la oposición que realicen propuestas semejantes.
Ahora bien, si las propuestas, primero, se aceptaran por el gobierno cubano y, segundo, se implementarán con un mínimo de eficacia, permitirían abrir una ventana de oportunidad para comenzar un proceso de transición a la democracia en Cuba. Aunque esta posibilidad es remota actualmente, una consecuencia positiva de presentar estas propuestas es que, al menos, desde un sector de la oposición política cubana hay una agenda, por mínima que sea, para sacar al país de su crisis. Una de las consecuencias de que resulte una ingenua ilusión es que sea solo eso, un proyecto ilusorio cuya posibilidad de implementación es, ahora mismo, casi nula.
También otra consecuencia de su inviabilidad actual es que sirva a las autoridades cubanas como un insumo para, si lo consideraran necesario en el futuro, implementar algunos de estos puntos, tras ajustarlos a sus intereses. A lo que me refiero es que la presentación de propuestas para salir de la crisis y democratizar el régimen cubano, las cuales es posible que se formulen con buenas intenciones, son captables por el gobierno y ajustables a sus intereses en circunstancias futuras. No obstante, me parecen propuestas valiosas y que es necesario darlas a conocer, como muestra del interés de Cuba Próxima por implementar un plan alternativo al del gobierno cubano.
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Son muy soberbios, además ellos saben que la deben.