El voluntarismo supone situar «los deseos por encima de la razón»; en política, colocar «la voluntad del gobernante por encima de cualquier consideración», considerándola suficiente para lograr las metas. Como tendencia, se crean en él «mundos virtuales», por «obstinación ideológica» y/o combinación de «buenas intenciones con ignorancia», sobre todo en materia económica.
Cuba confirma que a través de una gran revolución social también se puede llegar al totalitarismo. El autoritarismo inicial no se atajó a tiempo, por tanto la Revolución no derivó en un sistema democrático, sino autocrático totalitario. La pasión revolucionaria y la ideología favorecieron el voluntarismo y allanaron la instauración y consolidación del modelo cuyas consecuencias padecemos.
El voluntarismo[i] supone situar «los deseos por encima de la razón»; en política, colocar «la voluntad del gobernante por encima de cualquier consideración», considerándola suficiente para lograr las metas. Como tendencia,[ii] se crean en él «mundos virtuales», por «obstinación ideológica» y/o combinación de «buenas intenciones con ignorancia», sobre todo en materia económica. Mientras más poder acumule ese gobernante, «más se separará de los hechos y más errores cometerá».
La Revolución suele acompañarse de una imagen romántica, «un impulso noble y desinteresado» hacia un orden social más justo, y forma superior de democracia que supuestamente las mayorías se han dado a sí mismas. De la fascinación que provoca, nace la «pasión revolucionaria»[iii]que afecta a amplios sectores sociales. Así, se vuelve inmune a cualquier crítica y se le adjudica un «supuesto derecho histórico superior», útil para justificar errores, secuestro de derechos y libertades, violencia política y sacralización de entes colectivos de autoridad, por ejemplo Partido/Gobierno/Estado. Todo eso en su nombre y con amplia popularidad.
Un fuerte soporte ideológico[iv] es clave. Permite lograr la obediencia, neutralizar todo «potencial crítico»; «justificar el voluntarismo de los líderes»; el destino irreversible del proceso; encubrir lo inconveniente y controlar la vida social. Se logra así aliviar las funciones del Estado, consolidar la opinión pública, mantener a los ciudadanos en una suerte de «infantilismo» político y hacer «pasar los intereses particulares de la élite dirigente como si fuesen los intereses generales de la nación».
I
Sugiero repasar algunas de las expresiones del voluntarismo en Cuba que, acompañadas siempre de grandes campañas y movilizaciones ―usual en modelos de este corte―, tuvieron múltiples impactos:
– El ideal del «hombre nuevo» se tradujo en fracturas de familias y subvaloración de su papel en la sociedad, establecimiento de cientos de internados para niños y jóvenes, discriminación política institucionalizada, Unidades Militares de Apoyo a la Producción (Umap), cierres de bares y centros nocturnos, censura, pretensión de sociedad atea con abandono de tradiciones populares, entre otras distorsiones.
– En la economía hicieron historia durante los primeros treinta años ―con graves afectaciones también al medioambiente―[v] el Cordón de La Habana, la «Ofensiva revolucionaria», la Zafra de los Diez Millones, luego los planes agropecuarios, la Central Nuclear de Juraguá, los contingentes, el Programa Alimentario y otros que quedaron inconclusos.
Solamente la Central[vi] ―«obra del siglo» que daría electricidad al polo industrial de Cienfuegos―, donde laboraron más de 10 000 obreros, ingenieros y arquitectos y suponía una ciudad para 20 000 personas, significó una inversión de 1100 millones de dólares en la construcción del reactor. Hoy es fantasma y reservorio de ruinas, entre ellas centenares de viviendas. Lo mismo ocurrió con cientos de escuelas secundarias básicas (Esbec) y preuniversitarios (Ipuec) en el campo, las famosas «becas».
Aunque la agudización de la crisis impuso cordura en algunas fases (1995-2003) con buenos resultados, la tensión economía-objetivos políticos persistió y, junto con el aferramiento a la centralización y control estatal absoluto, frustraron eventuales avances. En adelante tuvimos «Revolución Energética», «Programa de los Trabajadores Sociales» y «Batalla de Ideas», por ejemplo.
Los discursos de Fidel ilustran algunas concepciones y tensiones de ese tipo. Por ejemplo, de cara a la llamada «rectificación de errores y tendencias negativas» (1986) expresó:[vii]«(…) hay que tener claro que es el trabajo político, el trabajo revolucionario (…) lo que puede hacer posible la eficiencia (…) los factores económicos son medios, instrumentos auxiliares del trabajo político y revolucionario que requiere una verdadera revolución».
II
Se ha demostrado ampliamente[viii] el significado del voluntarismo en la economía cubana para subordinar todo a las prioridades políticas de los dirigentes a lo largo de todos estos años, con graves consecuencias financieras, sociales y políticas. Existe consenso respecto al peso que en ello han tenido la estatización, centralización y verticalización administrativa del Estado, así como el papel de Fidel Castro.
En esencia los errores se siguen reproduciendo en la «continuidad»; no es «mala suerte» o estar «salaos» lo que vivimos en los últimos años. La mayor parte de los problemas y las inercias ―vivienda, transporte, electricidad, gas, crisis económica, etc.― son resultado de la acumulación de errores, la concentración de poder y la falta de voluntad política para encarar los desafíos actuales.
Sobran ejemplos. Solo observemos desde las medidas de 2016[ix] que recordaron «cuántas veces se ha intentado rectificar las políticas voluntaristas», hasta las incompletas y/o erráticas reformas económicas, sobre todo entre 2020 y 2022. A pesar de las evidencias, el Gobierno ―como afirma[x] el economista Mauricio de Miranda― «no ha tenido voluntad de enmienda (…) no parece dispuesto a adoptar las transformaciones radicales que requiere la economía, ni los cambios institucionales (…) y da la sensación de no saber qué más puede hacer, además de lanzar consignas y hacer llamados a la “resistencia creativa”».
Es que el voluntarismo tiene consecuencias[xi] nefastas y múltiples para un país, máxime cuando se prolongan demasiado el sistema político y liderazgo que le dieron vida. El mundo ficticio que se forma en la mente del político deriva soberbia; en los ciudadanos genera expectativas irreales y fomenta su ingenuidad al creer que todo es posible si lo quiere el líder. Además, justifica cualquier medio para lograr una meta deseable; favorece la concentración del poder en el aparato gubernamental y la fe ciega en el liderazgo; debilita la institucionalidad del país; se presta al populismo[xii] y la demagogia; provoca fracasos con enormes pérdidas económicas y permite afianzar regímenes opresivos con escasas o nulas libertades.
En Cuba ha ocurrido todo eso. El modelo de sociedad derivado de la Revolución demostró incapacidad para producir riqueza y hacer sostenibles los logros sociales alcanzados durante las primeras décadas, en gran medida gracias a la URSS. Acciones y políticas voluntaristas llevaron a sucesivos fracasos y rectificaciones del mismo corte, entre ellas vaciar los campos de campesinos y décadas después pretender «recampesinar»; estatizarlo todo para luego regresar con políticas erráticas o mediatizadas a la cooperativización, el cuentapropismo y la pequeña y mediana empresa.
III
Un estudio relativamente reciente concluyó[xiii] que el voluntarismo ha tenido la intención de cumplir metas generalmente inalcanzables, que «significan un gran gasto material y humano y una contracción productiva que casi siempre ha obligado al país a retroceder a los años anteriores a la fase de instrumentación de las medidas voluntaristas».
Sus consecuencias son difíciles de superar, particularmente por el continuismo del gobierno y la pérdida incluso de cultura productiva y empresarial. También porque totalitarismo y voluntarismo integran un segmento todavía significativo de la cultura política.
La desconexión deseo-realidad y entre la Cuba real y la del discurso gubernamental/medios de comunicación masivos en manos del Partido/Gobierno/Estado muestra cuánto ha calado el fenómeno. Por ejemplo, compárese el caos que vive la ciudadanía hoy con lo expresado[xiv] por el presidente en diciembre de 2021: «Vamos a abrir el 2022 con esperanza (…) con alegría, porque nos podemos reponer, a partir de todo lo que hemos logrado y de todo lo que tenemos previsto». Meses después, con más crisis, desesperanza, tristeza e indignación y éxodos masivos, la periodista Karima Oliva afirma en Granma:[xv] «El riesgo fundamental que enfrentamos es el avance agigantado del capitalismo», por ello «lo más revolucionario hoy es ser anticapitalistas».
También la propia psicología del totalitarismo es un obstáculo importante. Está comprobado[xvi] que en estos regímenes solo un 30 % de las personas reaccionan, es decir, hablan públicamente de algo con lo que no concuerdan. Y junto a ese soporte psicológico influye también en parte de la ciudadanía la trascendencia de Fidel Castro.
Sesenta y tres años después, pasión revolucionaria e ideología poco o nada tienen que ver con lo que nos ocurre como país. A pesar de la ausencia del líder y de que el modelo está en crisis hace años, el voluntarismo se reedita, también porque el régimen político sigue sin estar sometido a control de la ciudadanía y las consecuencias de sus errores no alcanzan a quienes toman las decisiones. Al comprometerse con la continuidad, son usufructuarios de aquellas torceduras y tratarán siempre de extraer beneficios.
Es injusto e inaceptable, ningún gobierno tiene derecho a perpetuar la infelicidad de los ciudadanos, quienes tienen que ser principio y fin de cualquier proyecto de país. Como expresó[xvii] recientemente el intelectual laico Jorge Ignacio Guillén, «No necesitamos un diseño de sociedad ideal (…) ni otros sesenta años esperando a ver si en algún momento los planes se cumplen y el desarrollo llega a la vida de los cubanos».
(Para contactar a la autora: ivettegarciagonzalez@gmail.com)
[i]https://contrapeso.info/el-poder-aisla-de-la-realidad/ [ii]Los gobernantes viven en mundos virtuales – Contrapeso.info; Las buenas intenciones del gobernante – Contrapeso.info [iii]https://www.cepc.gob.es/publicaciones/revistas/revista-de-estudios-politicos/numero-140-abriljunio-2008/el-desarrollo-contemporaneo-y-la-necesidad-de-una-teoria-critica-del-totalitarismo-un-esbozo-1 [iv]https://www.cepc.gob.es/publicaciones/revistas/revista-de-estudios-politicos/numero-140-abriljunio-2008/el-desarrollo-contemporaneo-y-la-necesidad-de-una-teoria-critica-del-totalitarismo-un-esbozo-1 [v]https://primaveradigital.org/cubaprimaveradigital/cese-el-voluntarismo-en-politicos-partidos-y-gobernantes/ [vi] «La obra del siglo» es ahora un pueblo fantasma en Cienfuegos – 14ymedio y https://www.14ymedio.com/cuba/Ramiro-Valdes-central-nuclear-cuba-autoritarismo_0_2880311946.html [vii] http://www.fidelcastro.cu/es/discursos/clausura-de-la-sesion-diferida-del-iii-congreso-del-partido-comunista-de-cuba [viii] https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-19182013000300007 [ix] https://primerocuba.blogspot.com/2016/07/voluntarismo-y-represion-hasta-que-se.html [x] https://jovencuba.com/tipos-cambio-precios/ [xi] https://contrapeso.info/voluntarismo-una-definicion/ [xii] ¿Qué es populismo? Una definición – Contrapeso.info [xiii] https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-19182013000300007 [xiv] https://www.granma.cu/cuba/2021-12-11/diaz-canel-vamos-a-abrir-el-2022-con-esperanza-y-alegria [xv] https://www.granma.cu/mundo/2022-10-11/lo-mas-revolucionario-hoy-es-ser-anticapitalistas-11-10-2022-21-10-22 [xvi] https://www.youtube.com/watch?v=X2hXZ6VWwhg; https://www.barnesandnoble.com/w/the-psychology-of-totalitarianism-mattias-desmet/1140999495 [xvii] https://centroconvivencia.org/columnas-diarias/miercoles-de-jorge/14885/oportunidades-reales-vs-diseno-de-sociedad-ideal
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