El Centro de Estudios sobre el Estado de Derecho “Cuba Próxima” ha presentado en 2023 un documento de vital importancia para el futuro político de la Isla: una propuesta de Ley Electoral provisional titulada Por una norma para elegir y nombrar las autoridades del Estado. En un contexto marcado por la ausencia de instituciones democráticas consolidadas, una sociedad civil en desarrollo y fuerzas políticas emergentes, esta propuesta se erige como guía hacia una transición democrática genuina y participativa.

El documento parte de una premisa fundamental: el sistema electoral es el pilar que transforma la voluntad social en voluntad política, garantizando la representación ciudadana. Consciente de las particularidades de un eventual escenario de apertura en Cuba, la propuesta aboga por una ley de carácter provisional –quizás de aplicación única– que permita la inclusión de una ciudadanía plural en los órganos de representación estatal. Esta visión reconoce la necesidad de establecer reglas claras para la celebración de elecciones y la determinación de sus resultados en un terreno aún fértil para la construcción democrática.

Uno de los aspectos más innovadores de la propuesta radica en la concepción del Consejo Electoral Nacional (CEN). Se plantea como el órgano rector del proceso electoral, con un componente crucial de acompañamiento internacional, lo que sin duda aportaría transparencia y legitimidad al proceso. La forma de selección de sus miembros, a través de un concurso ante una representación de la ONU y la posterior elección por la Asamblea Nacional en caso de empate, busca garantizar la idoneidad y la imparcialidad de quienes tendrán la responsabilidad de dirigir los comicios. Las amplias funciones asignadas al CEN, que abarcan desde la elaboración del registro electoral hasta la resolución de conflictos y la fiscalización del financiamiento, evidencian la intención de construir una institucionalidad electoral sólida desde sus cimientos.

En cuanto a la conformación de la Asamblea Nacional, la propuesta detalla un sistema de elección de diputados basado en distritos electorales municipales de hasta sesenta mil habitantes, así como distritos para los ciudadanos residentes en el exterior, reconociendo así la diáspora cubana como un actor fundamental en el futuro del país. La posibilidad de auto nominación de candidatos, respaldada por un porcentaje del electorado, fomenta la participación ciudadana desde la base. La innovadora fórmula de votación, que permite indicar hasta tres opciones, busca asegurar la elección de candidatos con un respaldo mayoritario, incluso en escenarios de fragmentación política. La doble vuelta electoral se contempla como un mecanismo para garantizar la legitimidad en caso de que ningún candidato alcance la mayoría absoluta en la primera ronda.

La propuesta también aborda la elección del Consejo de Estado, la Presidencia de la Asamblea Nacional, su Vicepresidencia y Secretaría, delineando mecanismos de elección y requisitos para los candidatos.

Un capítulo central lo ocupa la Presidencia de la República. La propuesta establece la elección directa, libre, igual, secreta, periódica y competitiva del Presidente en un único distrito electoral que incluye a la emigración. La exigencia de mayoría absoluta y la contemplación de una segunda vuelta buscan asegurar la legitimidad del máximo representante del Estado. Resulta significativo el planteamiento de que el Presidente electo proponga un Primer Ministro que responda a las preferencias de la mayoría parlamentaria, así como al Fiscal General y al Contralor General, quienes deberán ser aprobados por la Asamblea Nacional. Este diseño institucional apunta a un sistema de gobierno con un equilibrio de poderes y una mayor rendición de cuentas.

En el ámbito de las autoridades municipales y provinciales, la propuesta sigue una lógica similar de elección directa para delegados, intendentes y gobernadores, con mecanismos de auto nominación y doble vuelta para asegurar la mayoría absoluta. La conformación del Consejo Provincial integrando a los presidentes de las asambleas municipales y los diputados nacionales electos en esos municipios busca fortalecer la coordinación entre los diferentes niveles de gobierno.

Finalmente, la propuesta aborda la Presidencia del sistema de tribunales, estableciendo la elección por mayoría absoluta de los jueces de cada instancia por sus respectivos cuerpos colegiados, promoviendo así la autonomía judicial.

En definitiva, la propuesta de Ley Electoral provisional de “Cuba Próxima” se presenta como un documento ambicioso y detallado que busca sentar las bases para una transición democrática ordenada y participativa en Cuba. Reconociendo la complejidad del escenario actual, plantea soluciones innovadoras para garantizar la representación de una ciudadanía plural y la legitimidad de las futuras autoridades del Estado. Su énfasis en la transparencia, la participación ciudadana y el acompañamiento internacional la convierte en un referente indispensable para el debate sobre el futuro político de la nación cubana. Esta propuesta no es solo un conjunto de normas; es una hoja de ruta hacia la construcción de un Estado de Derecho que responda verdaderamente a la voluntad de su pueblo.