Tenemos la oportunidad de cambiar lo que no funciona y salvar la nación. Todos los cubanos, sin distinción, queremos emprender esos caminos hacia un nuevo amanecer. Está en nuestras manos, lo aseguro, pero el esfuerzo ha de ser colectivo e integrador.
La agonía de Cuba se prolonga, al parecer indefinidamente. El país agoniza bajo una dictadura que impone prohibiciones y restricciones, que reprime, que asfixia las libertades individuales y colectivas. La institucionalidad estatal bordea el derrumbe, con cortes eléctricos, hospitales sin medicamentos y carencia de alimentos, con censura y represión, y sin elecciones democráticas. Es decir, estamos ante una oscura etapa de la historia.
A la vez los fantasmas del pasado vagan errantes entre los escombros de sus calles, plazas y edificios. Un país que inevitablemente se estremece y revive viejos relatos de historias, en los que las armas sustituyeron dramáticamente a las palabras.
Ello, en vez de desanimados, debe forzarnos a buscar una visión esperanzadora. En todos nosotros está la capacidad de entender estos relatos como rastros de viejos patrones que ya no necesitamos, como esquemas mentales y creencias que tal vez fueron útiles en su momento, pero actualmente no tienen sentido. Así pues, estamos ante la oportunidad de colocar lo viejo en su sitio y producir una liberación que nos exorcice de lo fatal.
A medida que anclemos viejos problemas, que los comprendamos y aceptemos, que los integremos como experiencia, seremos capaces de crear un espacio con nuevas perspectivas, desde el corazón y lo profundo de lo humano, e interpretar la realidad de forma diferente. Dejar atrás lo viejo no significa olvidar lecciones aprendidas, sino usarlas como experiencia para avanzar hacia nuevos horizontes. Este sería el único modo de construir esos nuevos tiempos.
Tenemos la oportunidad de cambiar lo que no funciona y salvar la nación. Todos los cubanos, sin distinción, queremos emprender esos caminos hacia un nuevo amanecer. Está en nuestras manos, lo aseguro, pero el esfuerzo ha de ser colectivo e integrador.
¿Estamos realmente dispuestos? Yo sí. Ustedes dirán.
SOBRE LOS AUTORES
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Cuba necesita un cambio el país esta en un derrumbe total estamos careciendo de todo no tenemos alimentos no tenemos medicinas ni en los hospitales falta de electricidad mucha represión muchas personas en las cárceles por pedir libertad reclamar sus derechos unos gobernantes que mantienen un pueblo a vaces de mentiras necesitamos elecciones libres un país con democracia las personas emigran desesperados todos unidos podemos lograr la libertad #UNIDOS POR EL CAMBIO
Cuba lleva décadas bajo un sistemas politicos y economicos que ha generado una serie de desafíos y limitaciones para su desarrollo. El país se ha visto estancado en otros aspectos en la libertad de expresión, la diversificación de la economía y la falta de oportunidades para los jóvenes.Esto ha generado un descontento en la población y la necesidad de un cambio radical en el sistema actual.Un cambio que permita una mayor apertura económica y políticas, una verdadera democrácia y una mejora de la calidad de vida de los cubanos.Cuba necesita un cambio Social ,económico y politicos , en general Cuba necesita un cambio que rompa con el estancamiento y proporcionen nuevas oportunidades para el crecimiento y desarrollo.