La Patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos. José Martí

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Facturando los comicios

La realidad socioeconómica en la Cuba de hoy no es soporte de motivación electoral; el voto castigo se ha hecho sentir en las últimas convocatorias a las urnas.

24 Mar 2023
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Imagen © Tercera Información

La dolarización no deja de suponer una moneda de dos caras, cuyo anverso y reverso expresan potencialidades y vulnerabilidades. Dicha realidad terminaría siendo unos de los elementos fundamentales que podrá pasarles factura a los más cercanos comicios, tanto en lo pretérito como en lo futuro.

En primer lugar, buena parte del electorado ha desestimado que sus aspiraciones puedan ser realizables a través de las urnas, en consecuencia, el voto favorable ha sido a favor de la emigración; y como resultado se aprecia una población electoral con un número considerable de protagonistas ausentes. Si la emigración adquiere valor en su potencial rol de emisor de remesas, las mesas electorales atestiguarán un considerable vacío, pero que aportaría al abstencionismo.

Es cierto que el ingreso de remesas beneficia al Estado. Pero también es innegable que las numerosas familias en Cuba beneficiadas por las remesas desde el exterior, pueden prescindir de la actividad laboral en el sector estatal, ya que el aporte monetario de sus familiares o amistades supera con creces cualquier salario. Lo anterior se puede traducir en una significativa solvencia económica, que posibilita también cierta autonomía en su actuar cívico, cuya expresión mínima puede ser la no participación en los comicios, sin temor alguno a presiones.

También se hacen sentir las ancianas voces carentes del esperanzador Dólar, cuando su vida cotidiana es desesperanza misma. Su jubilación o pensión es anonadada frente a una economía inflacionaria en buena parte arrastrada por el valor del Dólar, que reduce sus ingresos a la posibilidad mínima de subsistencia, lo que llevaría también a reducir su interés en la participación electoral de modo comprensible. La dolarización termina afectando negativamente este sector tan vulnerable y cada vez creciente, sin asomo de eficacia que aporte una mayor calidad de vida.

Sienten el «peso» de la dolarización, quienes llevan la carga laboral sobre sus hombros, percibiendo una moneda como pago, que no alcanza a comprar en la creciente red de tiendas por MLC. El proletariado es el sector más afectado del Estado proletario, trabajando por un ingreso que no corresponde a la realidad socioeconómica en que se vive, sin darse el lujo de plantearse su opción por alguna cuota de autonomía, o el aseguramiento de su puesto laboral; por ello es de esperar que sea el sector de más participación en las «elecciones», sin descartar boletas anuladas.

En resumen, la realidad socioeconómica en la Cuba de hoy no es soporte de motivación electoral; el voto castigo se ha hecho sentir en las últimas convocatorias a las urnas. La exhortación oficialista al voto, no coincide con mejoras sustanciales en la calidad de vida y las políticas públicas desacertadas, terminan por empoderar diferentes actores en la vida de la nación, que desde sus realidades particulares expresan razones legítimas para no legitimar la próxima convocatoria.   

SOBRE LOS AUTORES

( 6 Artículos publicados )

Doctor en Ministerio, y certificado por Amnistía Internacional en Colegios Amigos de los DD.HH.

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