Es importante que la sociedad civil y los medios de comunicación ejerzan el rol de fiscalizadores del poder público exigir por la adecuada ejecución de programas gubernamentales que se costean con recursos de los contribuyentes.
En un mundo caracterizado por profundas transformaciones y el aumento de riesgos catastróficos que amenazan la propia existencia humana, líderes y representantes de 193 países reunidos en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, aprobaron, el 22 de septiembre último, el Pacto por el Futuro, que incluye el Pacto Digital Global y la Declaración sobre las Generaciones Futuras.
Además de jefes de Estado y de gobierno, más de siete mil representantes de diversos sectores de la sociedad se reunieron en la mayor urbe estadounidense para participar en los Días de Acción que antecedieron al cónclave.
Resultado del consenso alcanzado —tras una serie reuniones y negociaciones intergubernamentales—, el Pacto para el Futuro busca proteger las “necesidades e intereses de las presentes y futuras generaciones, por medio de la implementación de 56 acciones para promover el desarrollo sostenible, la financiación del desarrollo, la paz y seguridad internacionales, la transformación de la gobernanza mundial y el fomento de la ciencia, la tecnología, la innovación y la cooperación digital”.
Al celebrar la aprobación del pacto, el secretario general de la ONU, António Guterres, recordó que la Cumbre del Futuro fue convocada para enfrentar “los mayores desafíos de nuestro tiempo”, ya que “nuestras herramientas e instituciones multilaterales no consiguen responder de forma eficaz a los retos políticos, económicos, ambientales y tecnológicos de hoy”, y aseguró que el “respeto a los derechos humanos, a la diversidad cultural y la igualdad de género” está presente en los acuerdos adoptados.
Hacia la inclusión digital de todos los ciudadanos
En septiembre de 2021, la Secretaría General de la ONU hizo público Nuestra Agenda Común, un informe que propuso la aprobación de un acuerdo digital mundial que aunase los esfuerzos del sistema de las Naciones Unidas, los gobiernos, el sector privado, las empresas tecnológicas, la sociedad civil, organizaciones comunitarias, instituciones académicas, así como de las personas en general y de los jóvenes en particular.
Tres años después de la presentación de ese documento pionero, los Estados miembros de la ONU adoptaron el Pacto Digital Global, reconociendo las “drásticas transformaciones” que las tecnologías digitales impulsan, su uso en función del bienestar y el progreso personal y social, y sus potencialidades para acelerar el desarrollo sustentable.
El acuerdo advierte que “el ritmo y el poder de las tecnologías emergentes crean “nuevos riesgos para la humanidad” que deben ser identificados y mitigados, y refuerza la importancia de la supervisión humana para que esas herramientas sean utilizadas en la promoción del “desarrollo sustentable y el pleno disfrute de los derechos humanos”.
Sobre esas bases, el Pacto Digital Global enuncia objetivos, principios, compromisos y acciones que, se espera, conduzcan a un futuro digital inclusivo, abierto, sustentable, justo, seguro y protegido para todos los seres humanos.
Las formas y acciones de “cooperación digital” previstas en el Pacto se guiarán por los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y por trece principios transversales y complementarios entre sí, entre los que se destacan:
– La participación inclusiva de todos los Estados y otras partes interesadas.
– El derecho internacional, incluido el derecho internacional de los derechos humanos.
– La igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas y su participación plena, igualitaria y significativa en el espacio digital.
– El aprovechamiento de las tecnologías digitales para impulsar la sostenibilidad ambiental.
– La inclusión equitativa y significativa en la economía digital.
– La accesibilidad y la asequibilidad de los datos, las tecnologías y los servicios digitales para que todas las personas puedan participar plenamente en el mundo digital.
Con la Agenda 2030 como norte, el Pacto Digital Global está orientado al desarrollo. Por lo tanto, los Estados trabajarán junto a la ONU, el sector privado y la sociedad civil con el objetivo de eliminar todas las brechas digitales, ampliar la inclusión y los beneficios de la economía digital y sus beneficios para todas las personas, fomentar un espacio digital inclusivo, abierto, seguro y protegido que respete, proteja y promueva los derechos humanos; promover enfoques de gobernanza de datos responsables, equitativos e interoperables, así como mejorar la gobernanza internacional de la inteligencia artificial en beneficio de la humanidad.
El Pacto Digital Global, en pocas palabras, denota el compromiso de los gobiernos para trabajar “en colaboración y asociación con el sector privado, la sociedad civil, las organizaciones internacionales, las comunidades técnicas y académicas y todos los demás interesados, dentro de sus respectivas funciones y responsabilidades, para hacer realidad el futuro digital que buscamos” como humanidad.
Con todo, la comunidad de naciones entiende que para que la inclusión digital de millones de ciudadanos en todo el mundo sea viable y se concrete será imprescindible el establecimiento de “mecanismos e incentivos de financiación innovadora y combinada, incluso en colaboración con los gobiernos, los bancos multilaterales de desarrollo, las organizaciones internacionales pertinentes y el sector privado”. Constituyen pasos imprescindibles que países emergentes como Brasil ya comenzaron a dar.
Brasil: pasos hacia la inclusión digital plena
Entre las metas más ambiciosas del Pacto Digital Global se encuentra conectar a “los 2600 millones de personas que aún no tienen acceso a Internet”, a través de redes de mejor calidad y más asequibles, especialmente en países en desarrollo, y reducir los costos de las tarifas básicas para que la mayoría de la población mundial pueda conectarse a los servicios de banda ancha.
El documento advierte que los organismos responsables por la formulación e implementación de “estrategias nacionales y locales de conectividad digital” deben considerar “las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad y las que viven en zonas desatendidas, rurales y remotas”.
Además de las necesidades, vulnerabilidades y localización geográfica de los ciudadanos, las estrategias democráticas de conectividad digital deben incorporar la perspectiva de género para superar “los obstáculos estructurales y sistemáticos que impiden lograr una conectividad digital significativa, segura y asequible para todas las mujeres y niñas”.
El Pacto Digital Global propone que la expansión del acceso a Internet beneficie a la totalidad de escuelas y hospitales, y, consecuentemente, contribuya al perfeccionamiento de los servicios e incluso de las capacidades de la telemedicina, actividad que aumentó un 76 % durante el periodo 2010-2017, según un informe de la Asociación Estadounidense de Hospitales (AHA, siglas en inglés).
Con el objetivo de universalizar la conectividad digital en la educación básica, el gobierno brasileño lanzó, en septiembre de 2023, la Estrategia Nacional de Escuelas Conectadas. El plan cuenta con un presupuesto de 8,8 mil millones de reales (cerca de 1 619 462 944 dólares) para proveer de acceso a Internet y redes wifi de calidad a 138 mil planteles públicos de educación básica antes de finalizar 2026. En febrero de 2023, los ministros de Educación y de Comunicaciones anunciaron que unas 20 mil escuelas que se encuentran a más de 10 kilómetros de redes de fibra óptica serían conectadas vía satélite.
La habilitación de enlaces satelitales en escuelas sin acceso a la fibra óptica será asumida por los técnicos del Nuevo Gesac (Gobierno Electrónico-Servicio de Atención al Ciudadano), un programa gubernamental coordinado por el Ministerio de Comunicaciones que prioriza la inclusión digital de comunidades sin acceso a servicios de Internet de calidad, especialmente en lugares donde la infraestructura de telecomunicaciones es limitada o inexistente.
En sintonía con los principios y metas del Pacto Digital Mundial, el gobierno federal brasileño invertirá más de R$ 3 mil millones para la implementación, operación y mantenimiento en todo el país de puntos de acceso gratuito a Internet vía conexión satelital, informó la Agencia Gov en diciembre de 2023.
El Nuevo Gesac prevé que en un plazo de 60 meses serán habilitados 23 mil puntos de acceso a internet de 20 a 40 Mbps de velocidad y redes wifi. Posteriormente, el programa habilitará, en igual periodo de tiempo, otros 5 mil puntos de acceso de 60 Mbps.
Con todo, un levantamiento realizado por el periódico O Globo mostró que a más de nuevo del lanzamiento del programa, “el 48% de las 138 mil unidades docentes beneficiadas no tenían como medir la calidad de la conexión a Internet. En el caso de las en las 71 100 escuelas en las que se realiza el monitoreo, apenas 13 500 (10%) tienen una red buena o excelente. La conexión en las 57 600 escuelas restantes (42%) fue evaluada de mala o muy mala.
En ese sentido, siempre es importante que la sociedad civil y los medios de comunicación ejerzan el rol de fiscalizadores del poder público exigir por la adecuada ejecución de programas gubernamentales que se costean con recursos de los contribuyentes.
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