La actual “era digital” (2007-2022) ha sido testigo de un esfuerzo cada vez más exitoso para restablecer una prensa libre a través de la práctica del periodismo independiente
Por Ted A. Henken, profesor del Baruch College, CUNY
“Érase el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos; … la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero nada teníamos. Íbamos todos directamente al cielo, íbamos todos directamente en la otra dirección”. Aunque Charles Dickens escribió estas palabras sabias en el año 1859 en su novela histórica A Tale of Two Cities sobre las ciudades de Londres y París durante los años de la Revolución Francesa del siglo previo, aplican con la misma exactitud a la situación del periodismo independiente cubano en el momento actual.
Gracias al esfuerzo, el talento y la valentía de un grupo diverso de periodistas cubanos “renegados”, durante los ocho años desde el año 2014 hemos visto un aumento notable en la calidad, la diversidad, el alcance y el impacto del periodismo cubano. Se pueden encontrar muchas pruebas de estos “mejores tiempos” en la cobertura dinámica de medios independientes como Cubanet (1994), Diario de Cuba (2009), La Joven Cuba (2010), 14ymedio (2014), El Toque (2014), CiberCuba (2014), Periodismo de Barrio (2015), Hypermedia Magazine (2016), El Estornudo (2016), Tremenda Nota (2017), ADNCuba (2017), YucaByte (2017) e Inventario (2018), entre otros. Al llamar a estos medios “independientes”, señalo su independencia tanto de criterio como de patrocinio del estado cubano, su partido único y sus organizaciones de masas.
Aunque cada uno de estos medios tiene su propio estilo, enfoque, línea editorial y manera de sustentarse económicamente, todos han hecho el trabajo cívico y profesional de resucitar el periodismo cubano frente a la propaganda de los medios oficiales del partido-estado y la crisis económica, política y social en que vive la Isla desde noviembre de 2020. Además, han hecho este trabajo alcanzando una porción cada vez más grande de la población isleña mientras la Seguridad del Estado intenta llevarlos a “peores tiempos”. Así que a la par con pasos tremendos de avance para el periodismo independiente hemos visto un aumento significativo en la represión y control sobre esa nueva prensa libre y hostigamiento, interrogatorios, amenazas, detenciones, multas y hasta arresto domiciliario a sus periodistas terminando recientemente o en la renuncia o el destierro de un gran número de ellos.
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Basta mencionar solo algunos de los muchos ejemplos de este nuevo periodismo crítico y responsable con los intereses del público para dar fe a su vitalidad, diversidad e impacto. 14ymedio, El Toque, Tremenda Nota, Periodismo de Barrio, Diario de Cuba y Hypermedia han sido pioneros en el nuevo formato informativo del “podcast”. Eso con sus programas respectivos “Ventana 14” (el “cafecito informativo” de Yoani Sánchez); “El Enjambre” (de Camilo Condis, Lucía March y sus colegas); “La Potajera”, el primer podcast LGBTIQ+ producido en Cuba (conducido por Jessica Sabina, Nelson Álvarez y Mel Herrera); los 18 episodios del podcast “La Revolución de los aplausos” (de Elaine Díaz y su equipo); “DDC Radio” (conducido por Mario Luis Reyes, Wendy Lazcano y René Espí) y “Hypermedia Live” (conducido por Jorge de Armas). Como un podcast es esencialmente un programa de radio (o de video) archivado en internet, elegir este formato ha sido especialmente sabio y efectivo en desafiar el monopolio del estado sobre los medios masivos de comunicación y llegar al público en la Isla usando – más allá de sus propios páginas que están normalmente bloqueados en la Isla – un sinfín de canales y plataformas digitales difíciles de bloquear como YouTube, Facebook, iTunes, WhatsApp, Instagram, Telegram, Twitter, Spotify y Soundcloud.
Aparte de su cobertura constante y profunda de asuntos tecnológicos en la Isla, YucaByte ha sido un pionero en visibilizar y denunciar el atropello de los derechos digitales de los ciudadanos cubanos a través de su proyecto periodístico “derechos digitales en crisis”. Inventario, un medio de “periodismo de datos”, ha hecho el trabajo tremendo de mapear la oleada de protestas ciudadanas que han irrumpido en la Isla durante los dos años más recientes, además de compartir datos confiables sobre la frecuencia de los apagones (tanto del flujo eléctrico como de internet), los casos y muertes de COVID-19, las multas por el Decreto-Ley 370, los “trendings” en el uso de hashtags en los medios sociales por cubanos, entre muchos otros temas. CiberCuba ha sido un pionero en el uso de “las directas” – transmisiones en vivo desde Cuba – popularizada por la periodista Iliana Hernández más allá de su cobertura constante de los juicios de los manifestantes del 11 de julio de 2021 – un trabajo hecho también por otros medios como Cubanet, ADNCuba y El Toque.
Recientemente, tanto El Estornudo como Hypermedia y Diario de Cuba han publicado series de entrevistas esclarecedoras con artistas, activistas, académicos y periodistas, han lanzado proyectos de reportería especial sobre la emigración, la represión contra artistas independientes y la violación de los derechos humanos en la Isla, además de lanzar proyectos de periodismo en inglés para llegar a un público mayor y más diverso fuera de la Isla. El Estornudo, Hypermedia y Rialta se destacan además por la alta calidad del periodismo literario que publican. Finalmente se destacan las plataformas La Joven Cuba y Havana Times – originalmente blogs colectivos de jóvenes progresistas y hasta “revolucionarios” – tanto por su aproximación a polémicas cubanas desde la izquierda critica e independiente como (en el caso de LJC) por la investigación académica y el análisis político.
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Dicho todo eso en plan global, sería útil terminar nuestra reflexión sobre la situación actual del periodismo independiente digital enfocándonos con más detenimiento en dos medios específicos que han visto su alcance e impacto en la Isla crecer bastante durante los dos años más recientes, así provocando ataques cada vez más frontales del régimen: CiberCuba y El Toque. CiberCuba se fundó en Valencia en noviembre de 2014, por un par de cubanos exiliados: Luis Flores y Luis Manuel Mazorra. La mayoría de sus empleados radican en España con otros integrantes del equipo en Estados Unidos, México y Bolivia. Aunque han tenido colaboradores en Cuba, como es el caso conocido de Iliana Hernández (que hoy se encuentra fuera de la Isla), siempre ha tenido el grueso de su equipo periodístico fuera de Cuba.
En cambio, El Toque comenzó su vida en 2013 gracias al apoyo de RNW Media (la antigua Radio Netherland Internacional) – una ONG internacional de los Países Bajos. Desde principios de 2016, ha sido un proyecto independiente de RWN y gestionado desde dentro de Cuba (al menos hasta 2019) por el periodista cubano José Jasán Nieves. Entre 2019 y 2020 Nieves se exilió en los Estados Unidos desde donde sigue dirigiendo el medio con la colaboración de un equipo verdaderamente trasnacional con otros colegas trabajando desde México, Canadá, España, Ecuador, Suiza y Cuba.
Algo que CiberCuba y El Toque sí tienen en común es su rechazo enfático a las calumnias del gobierno cubano de que son “dependientes” de alguna manera de los poderes, el patrocinio o los intereses ocultos o abiertos del gobierno de Estados Unidos – o cualquier otro gobierno o partido foráneo. Aunque CiberCuba ha desarrollado un modelo de negocios basado fundamentalmente en anuncios de Internet suplementado por contribuciones directas de sus lectores y El Toque cuenta más con organizaciones internacionales – como Fondo Velocidad, MEEDAN y la International Fact-checking Network – que apoyan el periodismo independiente en varios países, ninguno de los dos aceptan patrocinio ni de organizaciones políticas, grupos de influencia o, menos aún, gobierno alguno.
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A finales de agosto el gobierno cubano impidió la participación de seis periodistas de El Toque – todos residentes en la Isla – en el Media Party de Argentina, la conferencia de innovación en medios más importante de América Latina. Además de ser “regulados” de esta manera sorpresiva, arbitraria e injusta, resulta que desde días anteriores de su fecha de viaje (el 25 de agosto) estos colaboradores – todos recién graduados de universidades cubanas en Periodismo – habían sido sometidos a interrogatorios y chantajes por agentes de la Seguridad del Estado. El desenlace resultó durante la semana siguiente en la renuncia de un total de nueve miembros del equipo del medio por presiones y amenazas de los cuerpos represivos incluyendo el uso de tortura psicológica en contra de ellos y sus familiares – métodos nada nuevos pero que han intensificado desde 2020.
La estrategia del gobierno parece ser la de usar la coacción para conseguir declaraciones (grabadas por video) de estos periodistas en contra de sus colegas y del medio como “contrarrevolucionario,” “mercenario” y “antipatriota” bajo la falacia que cuenta con financiamiento de organizaciones “enemigas” y tiene la meta de “desestabilizar” el Gobierno cubano. Tales grabaciones pueden ser usadas después como parte de la constante campaña de difamación en los medios oficiales como se ha hecho en repetidas veces en el pasado con otros integrantes del movimiento de periodismo independiente. Además, han exigido que no hagan mención del papel oscuro de la Seguridad del Estado en sus renuncias públicas con la amenaza de convertir su prohibición de salida del país en algo permanente seguida por más escalones represivos que conducirán al procesamiento judicial bajo el nuevo Código Penal. En cambio, más allá de renunciar, hasta ahora todos han resistido esta maniobra y al menos cuatro de ellos han denunciado al represor – públicamente y con claridad – en sus respectivas redes sociales.
En su página de Facebook el guantanamero José Leandro Garbey (quien tiene un titulo de Periodismo de la Universidad de la Habana) escribió: “Hoy hago pública mi renuncia al medio independiente El Toque. … He sido regulado por las autoridades cubanas. No se me permitirá salir del país hasta cumplir ciertas condiciones exigidas por la Seguridad del Estado, entre ellas el compromiso a no colaborar más con esta plataforma u otra no vinculada a la oficialidad”. Garbey aclara que “bajo ningún concepto pondré en duda la labor profesional y ética desarrollada por mis ex compañeros de El Toque ni mentiré para garantizar el derecho universal a la libre circulación del que arbitrariamente se me ha privado”. Y recuerda a sus represores que: “No soy una amenaza para el Estado cubano. No estoy confundido, como tampoco lo están mis amigos. … Señores inquisidores: no esperen de mí un Mea Culpa. ¡Renuncio!” Por su parte, la periodista Aleiny Sánchez Martínez hace eco de las palabras de Garbey y en vez de culpar a El Toque, ella lo califica como un “medio en el que colaboré durante diez meses y fui feliz y libre; un espacio donde pude poner en letra viva, en gráficos, ese periodismo que me gusta hacer y que es tan exacto, tan sincero y justo”. Termina su “renuncia” diciendo: “Y no me arrepiento. No me disculpo. No me condeno. Eso es trabajo de otros”.
Todo eso culminó en la renuncia siete colaboradores más del medio (para una pérdida total de 16 periodistas en la Isla), ahora con la renuncia el 9 de septiembre de todos los integrantes de “Xel2” (por el dos), el suplemento de humor gráfico de El Toque publicado desde febrero de 2019. “Nos quedan personas dentro de Cuba, pero sí hemos sufrido el éxodo de una parte importante”, me aclaró José Jasán Nieves en nuestro intercambio. “Recientemente, con la renuncia de muchos colaboradores, pues esto va a precipitar también el exilio los que van quedando en el terreno”. No obstante, insiste: “No nos callarán”.
En cuanto a CiberCuba, la represión ha sido menos frontal dado el hecho de que ya cuenta con pocos colaboradores en la Isla. No obstante Luis Flores me informó que mientras Iliana Hernández permaneció en Cuba fue “vigilada, hostigada y sitiada en su casa hasta marzo” de 2022, cuando viajó a España después de sufrir nueve meses de arresto domiciliario ilegal. Hernández también sufrió actos de repudio y la confiscación de sus materiales de trabajo en repetidas veces. Además, como a muchos otros medios independientes el acceso a CiberCuba está bloqueado en Cuba y, de acuerdo a Flores, “son cada vez más frecuentes los ataques y difamaciones de medios y figuras del oficialismo contra nuestra labor profesional”.
No obstante, insiste que frente a los acontecimientos del 11 de julio de 2021 (11-J) su estrategia como medio ha sido “trabajar con responsabilidad informativa y trabajar más”. El 11-J les obligó a un esfuerzo esmerado de equipo, duplicó la producción y el medio desarrolló nuevos contactos directos en la Isla para seguir mediante los testimonios de manifestantes presos y sus familiares todo el proceso posterior a las protestas de esa jornada histórica para Cuba. Flores aclara: “Hemos establecido una red de comunicación a partir del contacto directo con fuentes dentro de Cuba, utilizando las redes sociales”. Y sentencia, “El 11-J fue un momento de altos retos informativos y crecimiento profesional para CiberCuba”.
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Como medio El Toque ha sido especialmente innovador en la diversificación de temas informativos, formatos periodísticos y maneras de llegar al público en la Isla. Por ejemplo, en 2018 El Toque desplegó la primera App de un medio de comunicación independiente en Cuba. Y como muy pocos teléfonos móviles cubanos podían conectar al internet en aquel entonces, la App no necesitaba internet para actualizarse. Lo hacía a través de correos electrónicos y de manera asincrónica con la base de datos de todos sus artículos disponible en el momento de la instalación, para que la gente pudiera navegar (e incluso comentar) sin necesidad de estar conectados a internet.
Entre 2018 y 2022, El Toque lanzó varios especiales multimedia incluyendo “La Cuba que viene”, una plataforma digital e interactiva sobre la reforma constitucional, “El drama de la comida en Cuba” (producido con Connectas de Colombia) que fue seleccionado como finalista en la categoría de Innovación del prestigioso Premio Gabo; y “Nuevo Código de las Familias”, una plataforma para informar a ciudadanos sobre el contenido del anteproyecto antes de votar en el referendo popular el 25 de septiembre. Durante estos mismos años El Toque ha desplegado un número de proyectos nuevos incluyendo “El Toque Jurídico”, un foro digital sobre temas legales que ganó el premio a mejor Explanatory Reporting (categoría small newsroom) en los Online Journalism Awards de 2019; el podcast “El Enjambre” (ya mencionado), que se ha convertido en el más popular de Cuba; los “chatbots” COVIDE, para contrarrestar desinformación sobre la COVID-19 y DeFactoBot, enfocado en combatir fake news en Cuba; y el suplemento de sátira política “Xel2”, que acaba de ser amenazada por agentes de la Seguridad del Estado y suspendida por sus integrantes durante la primera semana de septiembre.
Por su parte, CiberCuba ha desarrollado varias coberturas especiales de sucesos de actualidad que han potenciado su tráfico y posicionamiento creciente. Específicamente, ha producido contenidos propios y exclusivos sobre un abanico diverso de temas como la propagación del COVID-19 en Cuba, las elecciones presidenciales en Estados Unidos (con entrevistas a ambos candidatos), la debacle del sistema de salud en Cuba, la huelga y asalto a la sede del Movimiento San Isidro, la protesta del 27-N, la manifestación del 11-J y el despliegue represivo desatado por el gobierno (incluyendo los procesos judiciales), el fenómeno del feminicidio en Cuba, el derrumbe del edificio de Surfside en Miami Beach, la explosión del Hotel Saratoga, el incendio de la base de supertanqueros en Matanzas y la actual crisis migratoria cubana.
Respondiendo a la demanda creciente entre la población cubana para información financiera confiable, entre 2021 y 2022 El Toque lanzo tres servicios sumamente útiles para cubanos residentes en la Isla: un Buscador de Actividades para el Sector no estatal cubano, un servicio que facilita la información al naciente sector privado cubano sobre qué actividades pueden realizar y cuáles no, de acuerdo con la legislación cubana (que ha sido usado para hacer más de 15.000 consultas); una Tasa Representativa del Mercado Informal de divisas de Cuba, que rápidamente se convirtió en la tasa de referencia en el contexto de la devaluación e inflación que afectan a Cuba; y una Tasa Representativa del Mercado de Criptomonedas de Cuba, una nueva prestación de lo que se está convirtiendo en el Observatorio Monetario y Financiero de Cuba.
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Gracias a esta avalancha de actividades y ofertas periodísticas, El Toque ha visto el tráfico tanto a su página web como a sus otras plataformas en redes sociales expandir dramáticamente. Por ejemplo, José Jasán Nieves, el editor-en-jefe de El Toque me confirmó que durante la primera mitad de 2022 su audiencia creció al ritmo de 146% cada mes. “Nosotros nos proponíamos una cosa así como 500.000 usuarios en un año”, me aclaró Nieves. “Y ya en el primer semestre de este año hemos tenido 800.000 usuarios – [es decir] más del objetivo de un año en sólo seis meses” puntualizó.
Y explicó: “Eso yo creo que es el resultado de una mayor penetración del Internet y también de un mayor conocimiento de nuestra marca. Y es el resultado de la combinación de la atracción que producen estos servicios de valor agregado con el tratamiento de una agenda de relevancia para las audiencias cubanas que encuentra resonancia en sus intereses, en los contenidos que nosotros hacemos”.
Igual de impresionante es el crecimiento vertiginoso que ha experimentado CiberCuba tanto en su trafico en total al sitio como en sus usuarios de Cuba, especialmente después de diciembre de 2018 cuando el gobierno permitió la conexión a internet por teléfonos móviles por primera vez – el llamado “3G” o “datos móviles”. Como la línea editorial de este medio se distingue por la inmediatez noticiosa y la diversificación de los contenidos de interés generalista, en poco tiempo CiberCuba se ha convertido – de acuerdo a las cifras compartidas conmigo por su CEO y cofundador Luis Flores en “el sitio web de noticias sobre Cuba más visitado, superando en tráfico e impacto a los principales medios oficiales e independientes, con más de 10 millones de visitas mensuales”.
Flores comenta que CiberCuba es también uno de los medios cubanos “con mayor alcance y engagement en las redes sociales, con 2.5 millones de seguidores en Facebook, de ellos 1.2 millones [casi la mitad] dentro de Cuba”. Además, el alcance de sus publicaciones durante 28 días a nivel global es de 11.3 millones de personas, 3.9 millones dentro de Cuba. El gráfico siguiente muestra claramente tanto el alcance como el impacto entre los lectores de Cuba primero después de diciembre de 2018 y otra vez después de julio de 2021. Flores señala que el crecimiento ha sido de una manera exponencial en esas dos etapas, enfatizando: “Cada vez resulta más vigorosa la interrelación, el seguimiento y la contribución de los lectores desde la Isla”.
Conclusión
La prensa libre en Cuba fue erradicada entre 1959 y 1960 y sustituida a partir de entonces por medios oficiales de propaganda partidista (1960-1990). Si bien los primeros esfuerzos pioneros para iniciar un movimiento de periodismo independiente durante la década de 1990 tuvieron un éxito marginal en socavar la narrativa del gobierno de que todo andaba cobre rieles de cristal en la isla para el mundo exterior, tuvieron un impacto limitado para lectores en la Isla dado el monopolio estatal sobre la prensa y los otros medios masivos de comunicación en la era anterior a Internet. Sin embargo, la actual “era digital” (2007-2022) ha sido testigo de un esfuerzo cada vez más exitoso para restablecer una prensa libre a través de la práctica del periodismo independiente. Lejos de ser una imposición extranjera, el periodismo independiente cubano es un fenómeno “de cosecha propia” que reacciona contra el rígido control que ejerce el Partido sobre los medios.
La reciente expansión de Internet ha dado nueva vida al periodismo cubano. Si bien los medios de comunicación “oficiales” continúan disfrutando de un monopolio legal, su monopolio práctico se ha derrumbado dado que los medios digitales están cada vez más al alcance de las audiencias cubanas pero fuera del control de los censores estatales. Además, este nuevo periodismo cubano digital es trasnacional por naturaleza, una característica que permite a los periodistas exiliados seguir colaborando con medios independientes y teniendo un impacto en la Isla desde afuera. Esto señala una ruptura fundamental en el control gubernamental de la información y una oportunidad sin precedentes para que surjan periodistas críticos y medios digitales independientes.
De hecho, más de una docena de estos medios han aparecido desde 2014, aumentando la calidad, la diversidad y el impacto del periodismo cubano y llegando a una proporción cada vez mayor de la población de la Isla. Esto, a su vez, ha llevado a una mayor represión de estos medios y sus reporteros por parte de la seguridad estatal cubana, lo que contribuye al exilio forzoso de muchos destacados periodistas independientes. Así, el único camino a seguir para el periodismo cubano es a través del desmantelamiento de una política mediática que subordina la prensa al Partido, acompañado de la legalización del periodismo independiente.
SOBRE LOS AUTORES
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Excelente oportunidad para bien informarse
El artículo solo rasga la corteza del tema y fue escrito con clara parcialidad en favor de los medios que se mencionan.
El autor no hace alusión a Cubita Now, Periódico Cubano, Cubanos por el Mundo, Cuba en Miami, Directorio Cubano, CubaNoticias360 o Café Fuerte.
Existen muchos matices en cuanto a la manera en que se sustentan los medios. No es tan sencillo como decir que reciben o no reciben dinero de alguna institución; o que son proyectos empresariales y autofinanciados.
También se desconoce el trabajo individual de periodistas y presentadores en redes como Mario Pentón, Mario Vallejo, Ernesto Morales, Javier Díaz, Daniel Benítez; que en muchos casos es de mayor alcance e influencia que muchos de los medios vagamente explicados.
No tengo nada en contra del profesor Henken, su trabajo me parece verídico pero superficial. No lo conozco, pero al leer el texto entiendo que se mantiene alejado de la realidad cubana. El periodismo independiente cubano es mucho más variado, y cada plataforma ha aportado de una manera distinta. Solo que sencillamente a veces cuesta mucho reconocer.