La Patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos. José Martí

La Patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos. José Martí


No hay ningún poder superior al poder constituyente del pueblo

La mejor opción para los que buscan un cambio democrático en Cuba es la constitución de un frente común, basado en postulados básicos que busque la unidad de acción y se pueda convertir en un interlocutor valido con otros gobiernos, fuerzas políticas y organizaciones sociales

24 Ene 2024
0 comments
Imagen © Oncuba

Respuestas Michel Fernández Pérez al dossier de Cuba Próxima titulado «Hará falta construir un puente hacia la libertad», coordinado por Lennier López, donde también participan Alberto Guadalupe, Elena Larrinaga, Frisia Batista, Ileana de La Guardia, Manuel Cuesta Morúa y Diana Mendiluza.

1- La estrategia Shanti impulsa una agenda que pretende solucionar, de manera pacífica, los obstáculos que actualmente dificultan la convivencia cubana y la posibilidad de una sociedad y un Estado democráticos. Lo sostiene en la necesidad de revertir la violencia social e institucional, incluso cultural, por medio de un «ciudadanía cívica» en pro de la «paz necesaria». Esto, de acuerdo con un criterio legítimo de soberanía que refrenda el ejercicio irrestricto de todos los derechos de la dignidad humana en todo el territorio del país por todos los cubanos. ¿Qué opina usted?

En mi opinión Shanti puede convertirse en la propuesta que aglutine a todas las personas, grupos y organizaciones que mediante vías pacíficas buscan una transición a la democracia en Cuba, con el reconocimiento del pluralismo político como un Derecho Humano y la eliminación del carácter único y superior del PCC.

El enfoque holístico que Shanti da al tema de la violencia en Cuba, viendo esta en sus dimensiones política, de género, de raza, institucionalizada y económica, permite enfocar la superación del sistema totalitario cubano mediante la lucha contra la violencia en todas sus expresiones. También es una aspiración de Shanti abordar progresivamente la violencia interreligiosa, infantil y psicológica.

Shanti ha puesto sobre el escenario político cubano una importante herramienta de activismo legal, muy poco utilizado en Cuba, al perfilar el camino para la obtención de la Certificación Acreditativa de la Condición de Elector, lo que permitiría la ejecución de acciones por la sociedad civil para avanzar en la concreción de Derechos Humanos específicos o demandas concretas de grupos de la sociedad civil.  Si bien es cierto que esto no va a lograr un cambio de sistema en Cuba, si puede ser un ejercicio que allane el camino a acciones de más impacto político.

2- Un nuevo texto constitucional democrático suprimiría el contenido del actual artículo 5 e incorporaría el pluralismo político como derecho. Sin embargo, ello sólo podría resultar de un proceso constituyente con participación de todos los sectores socioeconómicos y las distintas posiciones políticas y corrientes de pensamiento, incluida la diáspora, a través de dinámicas libres, plurales y democráticas, de genuino diálogo y concertación. Lo cual será imposible sin el inicio previo de una ruta democratizadora que facilite el ascenso de estos sectores social, económicos y político. Para ello, algunos sugieren comenzar por la modificación de ese quinto artículo de la presente Carta Magna, que quizá podría quedar de este modo: «la ciudadanía, en el ejercicio de la soberanía popular, puede organizarse políticamente, según preferencias, para trabajar por los fines establecidos en esta Constitución». ¿Qué sugiere usted?

El articulo 5 de la Constitución de 2019 no está dentro del contenido especialmente protegido por las cláusulas de reforma constitucional y es parte de la cláusula de intangibilidad (lo que no se puede modificar), por esta razón podría ser modificado por mayoría no inferior a las dos terceras partes del número total de los diputados. Si tenemos en cuenta que la Asamblea Nacional es solo un órgano formal de poder que responde a los intereses de los que realmente ejercen el poder en Cuba, no seria muy complicado si existe una voluntad de cambio de estos; sería muy sencillo lograr esa reforma. La pregunta más importante es cómo lograr «obligar» a los que detentan el poder político a iniciar este proceso de cambios.

3- ¿Sería posible algo así? ¿Qué sectores y actores significativos podrían proponérselo y cómo avanzar en ello? ¿Y el oficialismo actual?

En un sistema como el cubano, donde las posibilidades de articulación a nivel nacional de grupos de oposición son casi nulas, teniendo en cuenta la eficacia de los mecanismos de represión política, se hace muy difícil consolidar una fuerza que pueda poner en riesgo el poder de la cúpula del PCC y de las fuerzas armadas que son los que realmente detentan el poder. Creo que la mejor opción para los que buscan un cambio democrático en Cuba es la constitución de un frente común, basado en postulados básicos que busque la unidad de acción y se pueda convertir en un interlocutor valido con otros gobiernos, fuerzas políticas y organizaciones sociales. Con esta idea surgió D Frente, pero en casi un año de existencia no ha logrado incorporar nuevos actores significativos y carece de reconocimiento social y capacidad real de acción. Creo que uno de los aspectos que más favorecerían una transición en Cuba sería la perdida del miedo por parte de los funcionarios y agentes oficialistas, de que ellos no van a ser victimas de venganza o represión si un nuevo orden llegara a instaurarse; esto no significa que no se haga justicia, pero la aplicación de la justicia tiene que venir acompañada de todas las garantías y solo debe exigirse a aquellos que han cometido violaciones flagrantes de los Derechos Humanos. Una parte importante del funcionariado del actual régimen va a ser necesario para que el país siga funcionando en el proceso de transición.

4- El artículo 3 de la Constitución de la República de Cuba establece que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, del cual dimana todo el poder del Estado. Sin embargo, el artículo 5 impone al PCC como fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado. En tal sentido, según este esbozo el poder descansa en la ciudadanía, pero el PCC está por encima de ella. Es decir, estamos ante un galimatías siniestro. ¿Quizá debemos restablecer la igualdad política, los derechos y el pluralismo políticos? ¿Qué más puede hacer la sociedad civil cubana que no haya hecho ya y en que estrategias debe seguir insistiendo?

En mi opinión no es un gran problema el artículo 5 de la constitución de 2019, ya que este podría ser derogado fácilmente cuando se pueda consolidar un nuevo poder constituyente en Cuba, e incluso podría ser modificado por la Asamblea Nacional, sin necesidad de ir a referendo. El poder dado al PCC, desde el punto de vista jurídico formal, viene de la Constitución, que es la que lo consagra como órgano único, superior y dirigente de la sociedad y el Estado, por eso es tan sencillo quitarle esa característica al PCC. Dicho en otras palabras, el poder del PCC deriva del pueblo que fue el que aprobó la Constitución, y si ese mismo pueblo se da una nueva Constitución, esa superioridad podría ser eliminada fácilmente. No hay ningún poder superior al poder constituyente del pueblo.

SOBRE LOS AUTORES

( 18 Artículos publicados )

Vicedirector de Cuba Próxima. Jurista y experto en Relaciones Internacionales, Derecho Constitucional, Internacional y el Medio Ambiente.

Reciba nuestra newsletter

Haz un comentario