El tema de la seguridad social y el sistema de pensiones en Cuba constituye uno de los asuntos más apremiantes y menos tratados. Poseemos una población altamente envejecida, además sin recursos económicos para sostenerla.
En un texto del destacado académico Carmelo Mesa-Lago publicado en Cuba Posible en diciembre de 2017, titulado “Propuestas para redimensionar el sistema de seguridad social en Cuba”, el autor discurre sobre el asunto y muestra una ruta para enfrentar este reto.
Cuba Próxima resalta 10 de las medidas presentadas por el autor:
1- Realizar las reformas económicas y políticas estructurales, sin las cuales no habrá sostén económico capaz de sustentar el costo de la seguridad social y las pensiones.
2- Promulgar una nueva Ley de seguridad social que establezca un sistema de pensiones y de seguridad social capaz de ser sostenible a largo plazo, tanto financiera como actuarialmente.
3- Instituir gradualmente una reserva que se invierta de manera productiva y de ese modo contribuya a mejorar las actuales bajas pensiones
4- Conocer y publicar las cifras cotización para pensiones de los trabajadores asalariados y de los aportes sobre ingresos de los empresarios privados, así como el monto aportado por ambos grupos.
5- Conocer y publicar estadísticas de la cobertura de la fuerza de trabajo, pública y privada, y de los adultos en edad de retiro, que permitan realizar cálculos precisos de cobertura.
6- A partir de tales evaluaciones, contrastar el valor presente de los gastos de pensiones en curso de pago y las que generen los actuales asegurados activos, junto con los ingresos futuros por cotizaciones sobre los salarios.
7- Hacer una valuación actuarial por la OIT para determinar con certeza las reformas necesarias en cuanto a la edad del retiro, el salario base de imposición, la cotización del trabajador y el empleador, el porcentaje que se aplica al salario base para fijar la pensión, el monto de la pensión y cómo equilibrar todo ello a largo plazo.
8- Aumentar de forma gradual las edades de retiro para ambos sexos, de acuerdo con la esperanza de vida, y así lograr mayor ajuste entre el gasto necesario el déficit.
9- Ajustar anualmente las pensiones al índice de precios al consumidor, para que no pierdan su poder adquisitivo, lo cual sería factible si también fuera hecho con los salarios.
10- Incorporar representantes de trabajadores y empleadores a la administración de la seguridad social mediante legislación que establezca expresamente estas funciones, sus facultades y sus límites.
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