Notas sobre un asunto
Presentación
La reforma económica que Cuba demanda requiere suma integralidad. Pero ello, dado el actual estado de los recursos, demanda un amplio acceso a créditos.
Este será difícil sin una agenda de convenio con las instituciones financieras internacionales (IFI), mecanismo de servicio y poder financiero-político global. Principalmente con las que dominan las finanzas públicas globales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), pero también el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Cooperación Andina de Fomento (CAF). Aunque lograrlo cargará con el lastre de la satanización ideológica ejercida al respecto por el gobierno de la Isla y las condiciones que imponen una previa negociación -política- con la Casa Blanca.
Sobre este intríngulis discurriré a continuación, a partir de la opinión de varios expertos. Adelanto que, si bien asisten discrepancias manifiestas entre ellos, el nexo de los criterios mayoritarios ofrece una ruta madura, capaz de aportar a las condiciones de ese bienestar necesario -que urge.
¿Por qué relaciones con IFI?
Estas instituciones podrían ofrecer a Cuba el aprovisionamiento de finanzas para el desarrollo económico y social, la revisión experimentada de los instrumentos y métodos para obtener riquezas, la búsqueda de probados estándares internacionales, la provisión de asistencia técnica y capacitación, y el apoyo como facilitador o garante de negociaciones (Pérez, 2016). Quizás no sean el paradigma de organismos multilaterales del crédito que necesita el actual mundo globalizado, pero no hay otras instituciones que desempeñen igual rol (Sánchez, 2016).
Tales prestaciones podrían utilizarse ventajosamente para:
1. Reducir la percepción de riesgo de hacer negocios en la Isla.
2. Favorecer la integración en las cadenas globales de valor y el acceso a los mercados internacionales de capitales.
3. Reducir las tasas de interés en los pagos por el financiamiento internacional.
4. Acceder a recursos multilaterales (financieros y no financieros) que son menos costosos que los flujos privados.
5. Canalizar financiamiento compensatorio para atender desequilibrios de balanza de pagos.
6. Impulsar las inversiones extranjeras y la tasa de formación de capital.
7. Renegociar las deudas. Las IFI suelen ser un sello de garantía que facilita negociaciones de deudas oficiales con el Club de París, de deudas privadas (proveedores de créditos comerciales) con el Club de Londres, y de deudas oficiales y privadas en ámbitos bilaterales.
8. Compensar la ausencia de beneficios en términos de Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD).
9. Beneficiar los esfuerzos por la unificación monetaria, la reforma de la empresa pública y el afianzamiento de la empresa privada.
10. Desarrollar agendas para la lucha contra la pobreza, la mejora de la infraestructura, la gestión del cambio climático, el desarrollo de la energía renovable y la transferencia de conocimiento mundial, entre otras.
11. Contabilizar la cooperación internacional de Cuba a otros países.
12. Compartir proyectos sociales en los cuales Cuba tiene experiencia acumulada y reconocimiento internacional (Vidal, 2016, Sánchez, 2016).
Estos ejemplos muestran el imperativo de trasladar la discusión acerca de la necesaria relación de Cuba con las IFI del debate filosófico o ideológico hacia el rigurosamente político y económico.
Ruta de acceso
La conducción política de ello incluiría, por ejemplo, madurez para gestionar esos vínculos una vez establecidos con el objetivo de que suela beneficiar a la sociedad cubana, al modo en que ella lo escoja, lo necesite. También, como es lógico, para encontrar la manera adecuada de iniciar una relación de trabajo con estas.
Al respecto Vidal (2016) muestra tres variantes que pudieran emplearse para el ingreso de Cuba a las IFI y apunta el modo preferente. Son las siguientes:
1. Establecimiento de un proceso gradual de acercamiento entre las IFI y Cuba, sin fecha establecida para una eventual membresía. El cual podría iniciar con conversaciones preliminares exploratorias, más tarde como país “Observador”, luego pasar a soporte técnico y capacitación, y después continuar con un proceso de construcción de confianza hasta que la membresía se convierta en el siguiente paso.
2. Solicitud formal por parte del gobierno cubano de la membresía en el FMI, lo que posteriormente podría abrir el camino para una membresía también en el BM. Para ello el FMI requeriría el aval de un país miembro que, además, sirva como tutor durante todo el período de aplicación. La problemática de este enfoque, resalta, serían los obstáculos creados por las sanciones de Estados Unidos en contra de Cuba.
3. Solicitud formal del gobierno cubano para conseguir la membresía en el FMI y, a la vez, declaración pública del gobierno de Estados Unidos estableciendo que no se opone a esta petición.
Sobre estos caminos Vidal (2016) advierte que posiblemente sería provechosa una combinación del primer y tercer enfoque. O sea, un proceso que exponga el interés de Estados Unidos en torno a la membresía de Cuba en las IFI y facilite que ambos gobiernos ejecuten gradualmente las gestiones necesarias.
Lazos con Estados Unidos
Ello sería favorable porque la cuestión cubana, sobre todo en la dimensión global, padece la carga de la política Estados Unidos-Cuba. Además, de tal modo que, en ingente medida, los asuntos cubanos son cuestiones de la política interna estadounidense y viceversa.
Sobre el aspecto tratado, la Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubana de 1996, conocida como ley Helms-Burton, podría ser un obstáculo. Si bien Estados Unidos, técnicamente, no puede bloquear la membresía cubana al FMI, Banco Mundial o BID, pues estas decisiones requieren una mayoría de votos y este país no posee suficientes acciones de voto para hacerlo. Pero la propia Ley exige que los representantes estadounidenses en estas instituciones voten contra la membresía cubana e instruye retirar fondos -equivalentes al importe de la asistencia a la Isla- de cualquier IFI que beneficie a Cuba. Esa misma Ley, sin embargo, faculta al presidente para suspender su aplicación, acápite por acápite, como ya se observó entre 12/2014 y 12/2016.
A la vez, cualquier presidente de Estados Unidos facilitaría esta membresía solamente como parte de una amplia y cierta negociación que procure normalizar las relaciones entre ambos estados, lo cual implicaría cuestiones políticas del modelo social cubano. Pero ello no sería una disonancia, pues el examen de actual modelo sociopolítico es un reto profundo que nos convoca. No tenemos que hacerlo porque sea considerado en Estados Unidos. Debemos emprenderlo, desde nuestros valores y en beneficio de los cubanos, porque de ello dependerá la República, la soberanía, los derechos de todos.
Ante sus retos
Igualmente debemos aproximarnos a los argumentos contrarios a la participación en las IFI que suelen ser expresados. En general existen dos condicionamientos quizás instrumentales, funcionales, y un tercero marcado políticamente. Estos son:
1. La preparación de datos financieros internacionalmente comparables.
2. El ejercicio de monitoreo y supervisión a modo de consulta por parte de las IFI.
3. La negociación y manejo de las políticas económicas, reformas y ajustes que exigen como condicionalidad a los créditos que otorgan (Vidal, 2016, Sánchez, 2016, López, 2016).
Tal preparación de datos internacionalmente comparables exigiría las siguientes fuentes oficiales por parte del gobierno cubano:
1. Niveles de reservas internacionales.
2. Balance del Banco Central.
3. Agregados monetarios para todas las monedas.
4. Una mayor desagregación de la cuenta corriente y financiera de la balanza de pagos.
5. Datos completos sobre el índice de precios.
6. Activos y pasivos del sistema financiero.
7. Detalles de la composición de la deuda externa e interna (Vidal, 2016).
8. Cálculo de las cuentas nacionales (Producto Bruto Interno, etcétera) según las normas internacionalmente reconocidas, no con la excepcionalidad cubana.
Pero nada de ello podría considerarse nocivo, sino beneficioso al propósito de reducir los riesgos para inversionistas, prestamistas y todos aquellos que comercien con Cuba, y también a favor de la gestión económica interna (Vidal, 2016, Sánchez, 2016).
A la vez el monitoreo y supervisión aportan al examen del desempeño económico y, conjuntamente, a la formulación de recomendaciones (Vidal, 2016, Sánchez, 2016, López, 2016). Esto tampoco resulta dañoso, sino un ejercicio de análisis y contrastación. Ningún país que se someta a tal monitoreo y supervisión queda obligado de antemano a aceptar tales recomendaciones.
No obstante, sí podrían existir impedimentos a eludir, por cuestiones de sensibilidad política, en las negociaciones de aquellas políticas económicas, reformas y ajustes que exigen las IFI como condicionalidad a los créditos que otorgan (Vidal, 2016, Sánchez, 2016, López, 2016). Pero ello no es contra natura, sino a veces elemento vital de un proceso.
Al respecto precisa el profesor Jorge Ignacio Domínguez (2016) que la membresía no cede soberanía per se, pues sólo exige transparencia de datos acerca de la economía y para que rija cualquier otra condición sobre algún país, tiene que aceptarla su gobierno, por lo general a cambio de algún apoyo financiero.
Además, en general no habrían otros obstáculos de carácter político. Por ejemplo, el BID demanda adhesión previa a la Carta Democrática de la OEA pero, igual que el BCIE, el FMI no lo solicita y el BM sólo requiere la pertenencia al Fondo. De hecho, Cuba ha dado “pasitos” en tal sentido, al ingresar al BCIE y acercarse a la CAF. Ahí se puede comenzar inclusive una conversación informal con las instituciones de mayor capacidad, como el FMI y el BM.
Final
Pero cabría proponerse esto, y las IFI responderían, sólo a partir de una voluntad resuelta a favor de una condición económica eficaz.
Ello supondría orientarse hacia una economía de mercado, con funciones estratégicas y reguladoras del Estado, y una concepción múltiple de la propiedad económica. La inversión, nacional y extranjera, pública y privada, en todos los sectores económicos, admitiendo la contratación y remuneración directas a los empleados. Enderezada a la creación de riqueza, empleo, experiencia, tecnología, capital y acceso a mercados; además, en busca de quedar colocada en las cadenas globales de creación de valor. La solidez de las finanzas y de las capacidades crediticias, especialmente el microcrédito; y un sistema tributario progresivo, capaz de garantizar el mejor empleo de lo recaudado.
Sólo entonces podríamos apostar por el desarrollo, el bienestar.
Bibliografía consultada
1. Cuba Posible (2016) ¿Debe entrar Cuba al FMI? Recuperado en https://cubaposible.com/debe-entrar-cuba-al-fmi-2-aa5-aaaa-28-aa-aaaa/
2. Vidal, P (2016) La reintegración económica de Cuba: ¿Debemos unirnos a las instituciones financieras internacionales? Recuperado en https://cubaposible.com/la-reintegracion-economica-de-cuba-debemos-unirnos-a-las-instituciones-financieras-internacionales-2-aa5-aaaa-28-aaaa-aaaa/
3. Rodríguez, JL (2016) El proceso de transformaciones económicas en Cuba y el FMI. Recuperado en https://cubaposible.com/el-proceso-de-transformaciones-economicas-en-cuba-y-el-fmi-2-aa5-aaaa-28-aaaa-aaaa/
4. Sánchez, M (2016) Costos y beneficios de un regreso de Cuba al FMI y al Banco Mundial. ¿Vale la pena explorar? Recuperado en https://cubaposible.com/costos-y-beneficios-de-un-regreso-de-cuba-al-fmi-y-al-banco-mundial-vale-la-pena-explorar-2-aa5-aa2-8-5-aa2/
5. Monreal, P (2016) Cuba y el FMI: ¿Qué podemos aprender de Stiglitz, de China y de Islandia? Recuperado en https://cubaposible.com/cuba-y-el-fmi-que-podemos-aprender-de-stiglitz-de-china-y-de-islandia-2-aa5-aa2-aa7-4-aa2/
6. Pérez, LL (2016) Mirando al FMI desde adentro: Apuntes sobre la necesaria entrada de Cuba. Recuperado enhttps://cubaposible.com/mirando-al-fmi-desde-adentro-apuntes-sobre-la-necesaria-entrada-de-cuba-2016-01-04-05-01-00/
7. Domínguez, JI (2016) ¿Qué debe saber el presidente Raúl Castro para considerar una posible relación entre Cuba y el FMI? Recuperado en https://cubaposible.com/que-debe-saber-el-presidente-raul-castro-para-considerar-una-posible-relacion-entre-cuba-y-el-fmi-2-aa6-aa-7-6-aa/
SOBRE LOS AUTORES
( 104 Artículos publicados )
Reciba nuestra newsletter