Excelentísimo Sr Josep Borrell,
En Carta Abierta dirigida a Ud. con fecha 30 de julio de 2021 el Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) agradecía su solidaridad con los manifestantes del 11 de julio, al tiempo que el reconocimiento a sus legítimas demandas y su disposición a acompañarnos, con estricto respeto a nuestra soberanía, en un proceso de cambios en consonancia con los presupuestos y objetivos plasmados en el Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación firmados por la Unión Europea y las autoridades de Cuba.
Del mismo modo, le fue enviada con fecha del 23 de enero de 2023 otra Carta Abierta desde la concertación democrática DFRENTE, que el CTDC integra, a propósito del encuentro entre las embajadas de la Unión Europea y autoridades judiciales cubanas en las que se abordaba el tema de las y los presos políticos en Cuba, con especial mención a la amnistía, un procedimiento contemplado en la ley cubana.
A pesar del desalineamiento de las autoridades de nuestro país con el derecho internacional en el caso de la agresión de Rusia a Ucrania, su visita a Cuba del próximo 25 y 26 de mayo, que saludamos, es sumamente importante y crucial para un repaso y una eventual revisión del mencionado Acuerdo, cuyas premisas parten del compromiso de las partes al respeto de la soberanía ciudadana, que presupone el reconocimiento a una concepción autónoma de la sociedad civil, y al respeto de los derechos humanos.
Como hemos manifestado en múltiples ocasiones, en forma pública y privada, consideramos positivo dicho Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, en una perspectiva diplomática de compromiso con el pueblo de Cuba, y no de confrontación. No queremos por tanto que tal Acuerdo se cancele; solo abogamos, con claridad, porque se cumpla.
Nuestra prioridad en estos momentos es la liberación de las y los presos políticos y de conciencia en Cuba, con un análisis en profundidad de la legislación penal cubana. Por eso aprovechamos la oportunidad para poner una vez más de relieve el Proyecto de Ley de Amnistía y Despenalización del Disenso que dimos a conocer el 28 de marzo de 2022. De la fecha a acá esta demanda ha ido ganando fuerza y ha sido planteada tanto desde la Unión Europea como desde el Vaticano.
Pero otros temas adquieren suma relevancia en estos momentos. Desde la firma del Acuerdo en 2016 a la actualidad han ocurrido cambios estructurales en la sociedad cubana que no han sido acompañados por transformaciones de igual entidad por parte de las autoridades del país. El principal de ellos tiene que ver con la creciente pluralidad manifiesta tanto en las constantes manifestaciones de protesta popular como en todo el ciclo de votaciones realizadas en Cuba en los últimos cinco años.
Ello está demandando una mayor atención sobre el sistema político de Cuba, que insiste en afianzar el monopolio de la voluntad política del país en manos del partido único, y al sistema electoral que excluye de la participación a más de tres millones de cubanas y cubanos. Al igual que desde la Unión Europea se le demanda y recuerda a Venezuela y a Nicaragua que la legitimidad de los gobiernos pasa por elecciones libres, plurales y competitivas, parece llegada la hora para que, con total y masivo respaldo en el manifiesto comportamiento cívico de las y los cubanos, se les demande a las autoridades de Cuba el inicio de un proceso de reformas políticas en correspondencia con las nuevas realidades sociales y políticas del país.
Dentro del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación hay suficiente espacio para esta conversación. Así como para demandar que la sociedad civil independiente participe de los intercambios regulares entre Cuba y la Unión Europea.
En este sentido creemos que se debe facilitar la presencia de representantes de la sociedad civil independiente al interior de Cuba en el encuentro de las sociedades civiles de la Unión Europea y de América Latina que se realizará el 13 y 14 de julio próximos, a propósito de la Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños. Así mismo, es crucial asegurar la presencia sistemática de las sociedades civiles independientes de Cuba y de Europa en los diálogos de derechos humanos que la Unión Europea y Cuba sostienen periódicamente.
Hay obstáculos que superar para estos propósitos. El primero es que las autoridades de Cuba respeten la Constitución que diseñaron y aprobaron en 2019, que reconoce, entre otros, los derechos a la libertad de reunión, manifestación, expresión, asociación y movimiento, así como el mismo Acuerdo de Diálogo y Cooperación. El segundo, que la percepción sobre Cuba se avenga con la realidad de Cuba.
La Unión Europea está en mejor posición para este reajuste. Su visita podría contribuir a que las autoridades de Cuba recalibren su propia percepción pública sobre el país que administran.
Marthadela Tamayo González, Vicepresidenta Primera
Elena Larrinaga, Secretaria de Relaciones Internacionales
Manuel Cuesta Morúa, Vicepresidente
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