La Patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos. José Martí

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En Cuba el financiamiento internacional es crucial

A pesar de que la inflación ya lleva tres años en ascenso, las autoridades económicas cubanas no han definido un programa de estabilización macroeconómica. Por el momento, no se sabe cómo el gobierno piensa detener la espiral inflacionaria y reducir los desbalances fiscales. La esperanza de que la economía y el turismo se iban a recuperar rápidamente y ello iba a mejorar las condiciones monetarias y financieras, no se cumplió.

06 May 2023
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Imagen © IPS

Respuestas de Pavel Vidal Alejandro al dossier de Cuba Próxima titulado “Cuba necesita reemplazar el actual modelo económico empobrecedor”, en el que además participan Mauricio De Miranda Parrondo, Juan Carlos Albizu-Campos, Omar Everleny Pérez Villanueva y Tamarys Lien Bahamonde Pérez.

1- Cuba padece una crisis -nacional- con una pobreza creciente, quizá endógena. ¿Será posible salir de esta crisis y lograr bienestar sin una liberalización profunda de la económica, con la participación de todas las potencialidades nacionales y extranjeras posibles?

Desde la segunda mitad de la década pasada la macroeconomía cubana se ha visto duramente afectada por diferentes choques externos. La administración Trump retomó con fuerza la política de sanciones y ello recayó sobre una balanza de pagos ya debilitada por el impacto de la crisis venezolana. La pandemia y sus consecuencias para los ingresos de divisas a través del turismo resultaron un golpe enorme y prolongado a una economía que no ha logrado mejorar estructuralmente ni despegarse significativamente del modelo económico centralmente administrado y monopolizado por empresas estatales, a pesar de las diferentes reformas que se han intentado poner en práctica.

La dinámica de las reformas económicas en las últimas décadas, con sus altos y bajos en diferentes momentos, ha conservado su carácter parcial, fragmentado y de extrema gradualidad, sin haber logrado superar las principales distorsiones y obstáculos que enfrenta el crecimiento potencial de la economía. Si bien se han introducido aperturas en la agricultura, el sector privado de pequeña escala y en la inversión extranjera, otras transformaciones estructurales e institucionales del modelo centralmente administrado y monopolizado por empresas estatales siguen pendientes. Es decir, no ha ocurrido una liberalización profunda de la economía. Ello influye desfavorablemente en la capacidad de recuperación del sistema productivo después de un choque externo adverso como la pandemia. La lenta e incompleta recuperación acrecienta los efectos sociales, migratorios y de pobreza.

La peor secuela de la pandemia y la reforma monetaria de 2021 ha sido una inflación fuera de control que ha vuelto a amplificar las dualidades de precios y de tasas de cambio, que ha impulsado la dolarización, la informalidad y ha precarizado la situación social de la mayoría de los cubanos, dejando la emigración como única salida para muchos.  

2- ¿Cuáles podrían ser los fundamentos de un modelo económico orientado al desarrollo y al bienestar general, que establezca al trabajo como valor que sustenta la riqueza individual y social?

Dada la magnitud de la crisis actual, las transformaciones que hace una o dos décadas podían parecer de avanzada, hoy no son suficientes. La sociedad cubana actual no solo demanda cambios en el terreno económico, sino políticos, para poder participar, protestar pacíficamente, elegir y expresarse sin temor a represalias.

Dada la posposición una y otra vez de los cambios necesarios al modelo de socialismo burocrático, centralmente administrado y apoyado en el monopolio de la empresa estatal, la salida de la crisis actual requiere de un programa de estabilización y reformas que incluya profundas transformaciones en las lógicas, incentivos y estructuras económicas e instituciones vigentes y fallidas por tantas décadas. Es la vía para generar riqueza desde la productividad del trabajo y garantizar un incremento sostenido de los salarios e ingresos reales.  

3- ¿Será posible salir de la crisis y lograr un modelo económico eficaz sin avanzar en la devolución de la soberanía al peso cubano?

En 2023 se suma al complejo entramado monetario cubano una expansión de la dolarización parcial. La relación del sistema financiero cubano con el dólar estadounidense ha sido sumamente irregular en las últimas tres décadas. Las dualidades monetarias y cambiarias han entorpecido la correcta medición de los balances financieros empresariales, de los precios relativos, la competitividad de los diferentes sectores y grupos empresariales, así como las cuentas públicas, al mismo tiempo que ha desincentivado las exportaciones, la inversión extranjera y la sustitución de importaciones.

Avanzar en 2023 con la dolarización parcial institucional facilita la entrada de remesas por canales formales, les aporta liquidez a los bancos comerciales, y también le cierra espacios al mercado informal de divisas. Es favorable para las pymes que hacen operaciones internacionales o requieren de insumos importados. La desventaja, en cambio, sigue siendo que la dolarización parcial con dualidad de tasas de cambio es un “second best” dado que genera segmentaciones, distorsiones financieras y desigualdades, es decir, no asegura un crecimiento económico inclusivo y sostenido en el largo plazo.

Antes, durante y después de la reforma monetaria de 2021 la dinámica de las reformas estructurales mantuvo el referido carácter parcial, fragmentado y de extrema gradualidad. Esto, junto a la falta de financiamiento, dólares e insumos, anuló cualquier posible reacción positiva del sistema productivo a la devaluación del peso cubano. La reforma monetaria de 2021 manifestó todos los costos y disrupciones esperadas, pero magnificadas en un entorno macroeconómico de recesión y crisis de balanza de pagos y sin recursos para minimizarlos; y no logró ninguno de sus beneficios. Son lecciones que se deben aprender para el diseño e implementación de las próximas medidas que busquen fortalecer la viabilidad y funcionalidad del peso cubano. Es probable que la economía cubana se mantenga parcialmente dolarizada por muchos años. Lo primordial ahora sería enfocarse en arreglar el problema de las tasas de cambio múltiples y controlar la inflación.

4- ¿Cuba tendría que negociar con las tradicionales Instituciones Financieras Internacionales? ¿Con cuáles otras sería conveniente?

Cualquier transformación monetaria integral que se vuelva a intentar sin recursos externos y sin reformas estructurales está condenada al fracaso. El apoyo de instituciones financieras multilaterales es fundamental. El financiamiento internacional es crucial para suavizar los impactos negativos de los necesarios ajustes económicos y sociales de corto plazo y potenciar los beneficios de mediano y largo plazo. Y, en paralelo, se necesitan acelerar las reformas estructurales para dotar al sistema productivo de una renovada capacidad de respuesta y de grados de libertad para efectivamente lograr sustituir importaciones, aumentar las exportaciones e incrementar la productividad del trabajo.

Si el Gobierno cubano logra poner en marcha en los próximos años un programa de estabilización que cuente con un alcance estructural e institucional y logra convencer en su sostenibilidad, se pudiera intentar gestionar nuevo financiamiento internacional para aliviar la crisis de balanza de pagos. Con base a un programa de ajuste estructural profundo y creíble, el Gobierno estaría en mejores condiciones para sentarse a renegociar la deuda externa con los acreedores, y, de ser posible, incluir el tema en los diálogos que se tengan con el Gobierno de los Estados Unidos y la Unión Europea con vistas a disponer de un entorno internacional más favorable para las relaciones comerciales y financieras y la inversión extranjera.

5- Salir de la crisis quizá también demanda procurar inversiones extranjeras y nacionales que recuperen los sectores industrial y agropecuario, así como la infraestructura de vías, transportes y comunicaciones. ¿Cómo lograrlo?

En estos momentos uno de los factores que mayormente afecta la inversión es la inflación. Con los niveles actuales de inflación no es posible evaluar la viabilidad de un proyecto de inversión ya sea con fondos nacionales o externos.

A pesar de que la inflación ya lleva tres años en ascenso, las autoridades económicas cubanas no han definido un programa de estabilización macroeconómica. Por el momento, no se sabe cómo el gobierno piensa detener la espiral inflacionaria y reducir los desbalances fiscales. La esperanza de que la economía y el turismo se iban a recuperar rápidamente y ello iba a mejorar las condiciones monetarias y financieras, no se cumplió.

Otro elemento crucial para promover inversión es poder estabilizar la balanza de pagos y poner en orden las cuentas fiscales y retomar el pago de la deuda externa, pero nada de esto es posible sin reformas. Los inversionistas y acreedores internacionales le han dado en el pasado reciente varios votos de confianza a la economía cubana, pero no se han cumplido las expectativas. Se necesitan nuevas reformas para convencer y generar confianza en la economía cubana desde los mercados internacionales. 

6- Quizá urge un cuerpo legal que garantice una auténtica dinámica económica, con instituciones eficaces y auténticos desempeños judiciales. ¿Qué opina usted?

En el ámbito de la economía, se debe tener presente que varios de los cambios que se requieren para detener la inflación necesitan de transformaciones en las lógicas institucionales y los marcos regulatorios relacionados con la política monetaria y fiscal. Sobre todo, porque el marco regulatorio e institucional imperante ha mostrado varias veces sus debilidades para garantizar la estabilidad y funcionalidad del sistema de pagos y las monedas.

La política monetaria y fiscal deberían autoimponerse ciertos límites para recuperar la credibilidad, corregir los desbalances actuales, y evitar que se repitan en el futuro. Una opción es definir reglas transparentes y verificables para el manejo de la cantidad de dinero, el déficit fiscal y la deuda pública. Tal programa debería definir una transición a régimen cambiario más flexible. También es fundamental repensar el marco legal en la agricultura, en el comercio, la inversión extranjera y en las emergentes pymes, con vistas a darle un mayor protagonismo a las relaciones mercantiles y la competencia empresarial.

7- Al parecer en el futuro próximo serán amplios y diversos los segmentos sociales que necesitarán ayuda humanitaria. Tal vez esto sea imprescindible aun si comenzara una reforma económica eficaz, pues ello requerirá de cuantiosos recursos, mucho esfuerzo y tiempo prolongado. ¿Habría que sostener una suficiente institucionalización de la gestión humanitaria?

Las ayudas humanitarias son bienvenidas y necesarias en el momento de crisis económica y social profunda que vive el país. Pero lo que garantiza crear riqueza propia y aumentar la productividad del trabajo es reformar el modelo y poner en marcha lo antes posible un programa de estabilización macroeconómica que incluya el redimensionamiento del tamaño del estado en la economía. El cierre, restructuración o fusión de las empresas estatales irrentables debe ser parte del programa. Entregar la propiedad a los trabajadores o vender los activos a las pymes o a las cooperativas podría estar entre las variantes para encontrar una solución a esta proporción del aparato productivo estatal que no genera riqueza, sino que demanda subsidios para poder mantenerse a flote.

Para minimizar los impactos de las medidas de austeridad en el crecimiento del PIB, el gobierno cubano debería liberalizar nuevos mercados y profundizar las reformas en otros, por ejemplo, en el mercado minorista, el comercio exterior, y la agricultura.

SOBRE LOS AUTORES

( 2 Artículos publicados )

Profesor Titular de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana Cali, Colombia; Doctor en Ciencias Económicas y Licenciado en Economía por la Universidad de La Habana, Cuba.

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